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09 de febrero de 2011
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Bebé a bordo

Viajar con recién nacidos es una experiencia muy especial, ya que suelen ser las primeras vacaciones juntos, pero, por su corta edad, puede llegar ser complicado. Te damos unos tips para que tengas en cuenta a la hora de partir.

Elige el destino: al ir con un bebé hay que pensar dos veces adónde ir. Hay muchos más detalles a tener en cuenta para disfrutar de unas vacaciones y no padecerlas: si vamos a la playa, por ejemplo, es muy importante tener presente que hay que respetar estrictamente los horarios del sol. La piel del bebé es muy delicada, por lo que debes llevar y ponerle en todo momento protector solar alto (bloqueador). Muchas marcas internacionales tienen una línea especial para cuidarlos; ¡búscalas! Y no olvides un gorrito, ya que corre peligro de insolarse si está mucho tiempo en contacto con el sol. Si son muy altas las temperaturas, es fundamental cuidar la hidratación y evitar los golpes de calor.

Una vez que hayas elegido el destino, habla con tu pediatra para que te aclare todas las dudas acerca de los cuidados que debes tener en el lugar que decidieron pasar sus vacaciones. Busca luego todos los centros de salud que puedan ser útiles y apúntalos para tenerlos en cuenta en el caso de necesidad.

¡A armar la valija!

Es uno de los pasos más difíciles, ya que tendemos a llevar muchas cosas extra.

La ropita del bebé: tenemos que calcular 2 ó 3 mudas por día. Lleva todo lo que sea más combinable, de esa manera podrás ir armando diferentes conjuntos. Si vas a un lugar cálido, lleva ropa fresca, liviana y preferentemente clara. Lleva un jabón blanco por si precisas lavar a mano en tus vacaciones (hazlo tú misma; no confíes la ropa de tu pequeño a la lavandería del hotel).

No es necesario que te lleves un bolsón de 120 pañales descartables; en todos los lugares del mundo los puedes conseguir. Es preferible que no viajes tan cargada con cosas que se pueden conseguir allá. Lo mismo sucede con las toallitas húmedas. Para quedarte tranquila y saber que todo estará bajo control, puedes asesorarte visitando las páginas de supermercados locales antes de viajar donde, inclusive, encontrarás precios y marcas.

Ahora, de lo que no debes olvidarte es de su leche en polvo habitualo, ya que es probable que no consigas la misma marca y no es recomendable cambiarla. De todos modos, antes de tomar decisiones al respecto, consulta al médico.

Aunque vayas al lugar más caluroso del mundo, es recomendable llevar algún abrigo. También es útil armar un pequeño bolso para llevar en la valija con los medicamentos que puedes llegar a necesitar, termómetros y todo un botiquín de primeros auxilios. Ten en cuenta que si viajas en avión debes llevarlo en la valija, al igual que las tijeras y los alicates.

Para armar el bolso de mano: lleva una muda de ropa para el bebé y una camisa o remera para ti, ya que un viaje largo con olor a vómito puede ser muy terrible. Lleva también un par de pañales, chupetes, agua para ti y para el bebé (porque si aún estas dándole de amamantar no tienes que deshidratarte y el infante tampoco). Recuerda llevar los juguetes favoritos. Si tu bebé ya come sólidos, prepárale una vianda y ten en cuenta que si el traslado es en avión muchas cosas vas a tener que llevarlas cerradas herméticamente o en bolsas con cierre al vacío. Lleva también una toalla de mano por cualquier eventualidad que ocurra.

Recuerda poner todos los documentos y papeles del bebé y de la pareja. Para salir del país muchas veces es necesaria la libreta de matrimonio o constancia similar. No te olvides tramitar las autorizaciones pertinentes en caso de que el niño no salga del país con ambos padres.

¿Mochila, cochecito o ambos?

Dependiendo de la edad del niño, se recomienda llevar uno, otro o ambos, ya que el cochecito es cómodo algunas veces y otras suele ser poco práctico, según el terreno en el que te moverás. Para eso es mejor llevar una mochilita para bebé o también suelen ser útiles las sillitas, esas pueden llevarse a la playa y usarlas también para el auto. Si puedes y disponer lleva las tres cosas. Todo depende de cuánto camines y del destino.

Auto o avión

En el auto es importante, por la seguridad del bebé, que vaya siempre atrás y con las sillitas pertinentes. Pon parasoles en los vidrios, ya que durante el trayecto puede ser muy molesto para el niño. Si puedes ir con él, a su lado, será mucho mejor tanto para calmarlo como para auxiliarlo en medio de la ruta en caso de algún imprevisto.

Un tip extra: cubre los asientos con toallas. Si el bebé vomita, será más fácil de limpiar.

En el viaje en avión puedes solicitar los asientos de primera fila, que son más espaciosos. Pregunta en la aerolínea si hay cunas para bebés disponibles y lleva su almohada y sus sábanas. Consulta a tu pediatra porque el avión puede ocasionar que se le tapen los oídos. Puedes ponerle unos tapones para bebés que se consiguen en cualquier farmacia. Recuerda también llevar una manta, ya que en los aviones suele hacer frío.

Por último, no olvides que no es seguro llevar al bebé en brazos, debido a que no puedes asegurarlo con cinturón de seguridad en los despegues y aterrizajes.

¿Tienes algún consejo para viajar con bebés? Cuéntalo aquí.

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