¿Cómo visitar un museo cuando se tiene poco tiempo?

¿Por dónde empezar? ¿Cómo planear la recorrida? Toma nota de los siguientes consejos:

1. Planifica tu visita de antemano. Antes de viajar, infórmate a fondo sobre los museos que tienes intención de visitar en tu itinerario. Consulta guías de viaje así como los sitios web de cada institución. Esta tarea es importante por varias razones. Primero, debes conocer los días y horarios en los que están abiertos. Nada más desagradable que llegar y encontrarse con las puertas cerradas. O descubrir que justo están realizando tareas de mantenimiento. Además, en algunos museos la entrada es gratis o más económica en determinado día de la semana. Saberlo tal vez te permita ajustar tu itinerario de modo de ahorrar un poco. Segundo, algunos museos requieren reservas. Es el caso de La Alhambra (en Granada, España), la Galería Borghese (en Roma, Italia) o la iglesia donde se encuentra el mural de “La última cena” pintado por Leonardo Da Vinci (en Milán, Italia). Tercero: investiga cuáles son las obras más importantes de ese museo, cuál es su especialidad, qué es lo que no se puede dejar de ver. Consulta a quienes lo hayan visitado con anterioridad o busca reseñas y consejos en Internet. Es esencial que tengas una idea clara de aquello con lo que vas a encontrarte antes de llegar.

2. Visita el museo temprano o más bien tarde. Evitar los horarios pico y, por lo tanto, las grandes aglomeraciones de público te permitirá realizar tu visita más rápido, ya que no tendrás que hacer largas filas para comprar entradas o para mirar esa obra de arte que deseas. Cuando más despejados estén los pasillos, más veloz será tu visita. ¿Un truco? Algunos museos tienen un horario extendido en un día particular de la semana, en el que cierran de noche. Puede ser un excelente momento para realizar una visita relajada.

3. Aprende un poco sobre arte. Apreciarás mejor lo que vas a ver si conoces de qué se trata, aunque sea de forma simplificada: datos como la vida del autor, el período en el que fue realizada la obra, el estilo al que corresponde, entre otros, te permitirán entender mejor qué es lo que estás observando y, por lo tanto, disfrutarlo.

4. Selecciona sin miedo. Un error común consiste en creer que todo aquello que se encuentra en los grandes y famosos museos es igual de valioso y no puede dejar de ser visto. Pero, en verdad, sólo algunas de las obras son piezas imperdibles o maravillas. Focalízate en aquello que realmente vale la pena y descarta lo que tenga menos valor. Luego, si te queda tiempo, podrás explorar un poco más.

5. Ten en cuenta tus intereses. Además de prever tiempo para ver-todo-lo-que-no-puedes-dejar-de-ver, reserva algunos minutos o una hora para disfrutar de aquellas cosas que te interesan. Por ejemplo, si te apasiona el impresionismo o el arte medieval, procura informarte en qué sector se encuentran esas obras y no dejes de visitarlas.

6. Consigue un mapa del museo y marca el recorrido previsto. No es cuestión de ir deambulando por ahí preguntando dónde está cada una de las obras que decidiste ver. ¡Perderás minutos valiosísimos! Una vez que hayas seleccionado las piezas de tu interés, ubícalas en el mapa y luego marca tu ruta en un orden lógico. Ahorrarás muchísimo tiempo.