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18 de junio de 2008
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Hoteles en frasco chico

La falta de espacio y la superpoblación mundial impulsan la creación de opciones de alojamiento muy reducidas y, a la vez, muy económicas. La tendencia, que comenzó en Japón, se está extendiendo a otros países.
Hoteles en frasco chico

Prescindiendo de grandes de servicios y a un costo mucho menor en comparación con las grandes cadenas hoteleras, la nueva generación de microhoteles gana peso en el mercado del turismo mundial. La clave: diseño simple y funcionalidad para un público joven que no busca lujo, sino practicidad y bajas tarifas.

Hotel cápsula. (clickear en la imagen para agrandar)El origen de una tendencia

En las grandes y pobladas urbes de Japón, excesivamente adornadas con luces y rascacielos que quitan la respiración, surgió por primera vez, debido a una evidente necesidad, la creación de albergues donde la maximización del espacio y el tiempo sean prioridad.

Así, los hoy famosos “Hoteles Cápsula” fueron implementados en la tierra del sol naciente hace más de 20 años para alojar a los empresarios que no tuvieran tiempo de ir a dormir a sus hogares (razón por la que aún hoy no se aceptan, en la gran mayoría de los casos, mujeres o, en su defecto, ofrecen el servicio, pero en pisos separados). Y desde entonces- en 1977 se creó el primero de los “albergues no aptos para claustrofóbicos”-, tratan de brindar la mejor calidad de servicio a un precio razonable.

Todos los hoteles parecen haber sido construidos a imagen y semejanza: cuartos de recreación con sillones y modernas pantallas, además del infaltable sauna y la constante conexión a Internet Wi-fi son algunas de las comodidades de estos curiosos hospedajes. Además, en una gran sala se encuentran apiladas, unas con otras, la cápsulas de plástico y fibra de vidrio de 2 metros de largo por 1 de ancho y 1,25 de alto, que obligan a los huéspedes a entrar arrodillados a su “suite”, vestidos con batas provistas por el hotel, luego de dejar sus pertenencias en lockers individuales, ya que no se permite tener el equipaje allí.

Hotel cápsula. (clickear en la imagen para agrandar)Cada cubículo cuenta con una pantalla de plasma, un reloj despertador y una luz que se pueden controlar mediante un control remoto. Además proveen los muy útiles tapones para oídos, que garantizan la noche de sueño en un lugar compartido por decenas de personas. Como es de suponer, en estos pequeños cubículos no hay lugar para un sanitario, por lo que los baños, que además poseen duchas y sauna, son comunitarios.

Alojarse en estos hoteles cuesta entre 25 y 50 dólares por noche, por lo que hay gran diferencia con los hospedajes convencionales. Claro que hay que tener en cuenta que, además del baño compartido, el lugar tiene otras particularidades a tener en cuenta antes de entusiasmarse: las cápsulas son individuales.

Entre los huéspedes de este tipo de albergues se encuentran, por lo general, turistas y mochileros, quienes eligen estos hoteles para adentrarse en la cultura local, además de vivir una experiencia única en su clase.

El espacio es dinero

Das Parkhotel: un tubo de confort. (clickear en la imagen para agrandar)En las grandes ciudades occidentales se están empezando a implementar nuevos modelos de hoteles, alejados de los convencionales que –si bien no proveen muchos servicios Premium– brindan alojamiento en lugares reducidos y muy baratos, con fácil acceso.

Los hoteles cápsula de Japón sirvieron como inspiración para todas las instalaciones en las que el tamaño de los dormitorios es vital.

Uno de los casos más paradigmáticos es el de los “Hoteles Tubo” de Austria, cuyas instalaciones son tubos de concreto huecos dentro de los que se ubicó una habitación: Das Parkhotel es un peculiar proyecto que busca dar hospedaje con un estilo hospitalario. Lo curioso es que los huéspedes pueden pagar lo que quieran por el codiciado servicio.

Definitivamente, el target de este hotel no es un público que busca confort y el lujo. Está destinado a turistas sencillos que busquen una experiencia distinta, ya que sólo ofrecen el servicio de cama y las lámparas de cada tubo, por lo que los costos de manutención son casi nulos. Las ciudades de Linz y Ottensheim fueron las primeras en contar con estos hoteles muy libres y originales.

Los ingleses, en tanto, no se quisieron perder este boom y lanzaron el Yotel, que se encuentra en la terminal 4 del aeropuerto de Heathrow, en Londres. Sus habitaciones son cubículos de 10 m2, diseñados con un muy creativo toque futurista que brinda la sensación de estar en un avión. Dentro de cada dormitorio hay baño privado, televisión y acceso gratis a Internet, además de la posibilidad de contar con room service las 24 horas.

Un pasillo del Yotel inglés. (clickear en la imagen para agrandar)Con tarifas que varían desde los 60 a los 100 dólares, estas habitaciones se pueden alquilar por una cantidad determinada de horas o por la noche entera. Hay distintos tipos de “cabinas”: las premium, las “twins” para dos personas y las standard.

Otros de los “pequeños” hoteles ingleses son los famosos EasyHotel, que se encuentran por todo el país y ya han sido exportados a diversos lugares de Europa y próximamente a Dubai. Este formato ofrece cuartos con un tamaño reducido pero con un alto nivel de servicio y comodidades, además de contar con una decoración y diseño futurista. Las habitaciones tienen baño privado y se las puede elegir con o sin ventana. El espacio es sacrificado para ofrecer mejores precios que van desde los 70 a los 90 dólares, según las características del dormitorio.

Otro de los hoteles que viene en frasco chico es el Pod Hotel, en Manhattan. La más nueva tecnología y el diseño juvenil son su característica más marcada. El infaltable iPod está presente en todos los dormitorios, al igual que los teléfonos, las cajas fuertes, pantallas de LCD y Wi-fi. Los baños se comparten salvo que, por 149 dólares la noche, se alquile uno de los cuartos individuales. Está ubicado en una zona privilegiada para que los huéspedes estén cerca de todo y tiene una gran vista de New York desde la terraza, que cuenta con un bar.

Cuando solo se busca un lugar donde pasar la noche, el espacio no es realmente importante. Para eso, estos pequeños-grandes hoteles son perfectos, ya que brindan la comodidad justa para una buena jornada de descanso.

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