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19 de enero de 2015
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Navegando en primerísima clase

Quién ve uno de los gigantescos buques que acogen cruceros de lujo piensa, ¿cómo flota? Pero sobre todo sueña con embarcarse en él y gozar de todo su glamour.
Navegando en primerísima clase
Cruceros de Lujo - Queen Mary

Por Armando Cerra
En películas antiguas, y también en otras más modernas como la oscarizada Titanic, hemos visto elegantes cruceros en los viajeros se visten de frac, bailan en fantásticos salones o se juegan sus fortunas en el casino, mientras surcan los mares del mundo. Todo eso existe en la realidad, y mucho más.
El turismo de cruceros de lujo está teniendo un auge inmenso. Eso sí, sólo es apto para los bolsillos más repletos, porque la experiencia de viajar en estos buques puede superar el precio de los 10.000 por noche. Una cantidad desorbitada incluso por habitar una suite de más de 300 metros cuadrados, como las que existen en el barco Residence at Sea. No obstante, para viajar en este buque no sólo hay que tener dinero, también hay que poseer una pizca de suerte para lograr alquilar una de sus 165 suites, ya que la gran mayoría no son propiedad de la compañía naviera sino de particulares.Oasis of the seas
Esas cifras podrían hacer pensar que ese barco es el mayor crucero del mundo. Y sin embargo, no es así. El barco más descomunal es el Oasis of the Seas. Solo dos datos dan idea de sus dimensiones. Posee 16 cubiertas en altura para los pasajeros y la embarcación alcanza los 361 metros de eslora. Este gigante pertenece a la compañía Royal Caribbean International, y como su nombre indica sus rutas predilectas están en las cálidas aguas del Caribe. Aunque también surca otros mares del globo terráqueo.
Y es que los cruceros de lujo se acercan a cualquier puerto marítimo del globo, siempre y cuando tenga un tamaño considerable para acogerlos. Desde el Mar Báltico y los fiordos noruegos al norte de Europa hasta la gelidez antártica. Desde las costas africanas hasta la navegación bordeando el cono sur entre Uruguay, Argentina y Chile. Desde el crucero clásico por el histórico Mediterráneo hasta el exótico viaje por la Polinesia.
Precisamente por esas islas del Pacífico suele navegar el buque Paul Gauguin de la compañía Regent Seven Seas Cruises. Una naviera que tiene a gala que los menús para sus pasajeros los realizan prestigiosos chefs, capaces de cocinar en alta mar manjares con los productos más frescos, caros y exclusivos.
Porque el denominador común de los cruceros de lujo es la ostentación, el gusto por las delicatesen y la pasión por el glamur. En el citado Oasis of the Seas se ha podido disfrutar de forma constante de la representación del musical Cats. O en el buque Queen Victoria, hermano del famoso Queen Mary 2, se dispone de un enorme teatro en el que por supuesto no faltan los palcos vip, y es que dentro de la exclusividad también hay niveles.
En el mismo Queen Victoria, de la empresa Cunard Line, los cruceristas pueden pasar una mañana en el invernadero rodeados por especies botánicas tropicales que viajan por los mares del mundo, o deleitarse con la lectura en su biblioteca con miles de libros en multitud de idiomas.
Es decir, estos colosales barcos del lujo son distinguidas y refinadas ciudades flotantes. Tan selectas y exclusivas que algunos de estos cruceros poseen el galardón de las seis estrellas como es el caso del navío MSC Fantasia. Y otros como el buque Silver Shadow ofrecen a los usuarios de sus suites más suntuosas la presencia servicial de un mayordomo para atender las necesidades de sus huéspedes.
En definitiva, estos lujosos cruceros ofrecen unas vacaciones donde lo más importante es disfrutar del barco, de sus numerosas instalaciones, de las constantes actividades de ocio que se programan, de su oferta cultural o de sus restaurantes con platos de primerísimo nivel. Casi lo de menos son los destinos en los que desembarcan los viajeros.
Navegar y las sensaciones de libertad que provoca, ya son un sueño para muchas personas. Pero si además se le añade la opulencia de estos cruceros, el sueño se convierte en una quimera tan solo al alcance de unos pocos privilegiados.

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