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26 de diciembre de 2007
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Tras los destinos de la uva

El enoturismo combina la posibilidad de degustar los mejores vinos del mundo con visitas a los más bellos lugares de Europa, América, Oceanía y Sudáfrica. No faltan propuestas para los más aventureros ni para quienes quieran conocer los emprendimientos bodegueros de famosos como Francis Ford Coppola, Joan Manuel Serrat o Gerard Depardieu.
Tras los destinos de la uva
Un trabajador inspecciona la cosecha de Cabernet Sauvignon en el Valle de Napa, Estados Unidos. (Foto: Copyright 2007 Jason Tinacci / NVV)

Atractivas para la vista, el olfato y el paladar, las rutas del vino son una experiencia inolvidable para todos los sentidos. Cada vez más elegidas y transitadas, ofrecen la excusa perfecta para conjugar el placer por el vino con el gusto por viajar y conocer lugares nuevos.

El concepto es simple: hoteles, restaurantes y bodegas se han puesto de acuerdo con agencias de viaje y empresas del sector turístico para elaborar recorridos por las principales zonas vitivinícolas. El resultado es una serie de propuestas y actividades para todo tipo de edades, gustos, estilos y presupuestos.

Así, el turismo enológico propone no sólo visitar los pueblos (muchos de ellos verdaderamente hermosos) que vayamos encontrando a lo largo del camino elegido, sino también abrirnos las puertas de las principales bodegas de cada zona, para aprender cómo se elabora el vino y participar en catas especialmente organizadas (en las que cada copa es acompañada de alguna otra delicia local, como quesos o patés, por ejemplo). En algunos casos, además, es posible pernoctar en las mismas bodegas, realizar cabalgatas o excursiones por los viñedos, e incluso hasta participar de la cosecha o de algunas de las etapas de la vinificación.

Pero no todo es cuestión de paisajes y exquisiteces gourmet, ya que el enoturismo también tiene su faceta fashion: son varias las celebrities mundiales que han decidido incursionar en el mundo del vino y tienen sus propias bodegas, muchas de ellas abiertas al público que desee visitarlas.

Placeres europeos

En España, el camino del vino comienza, sin dudas, en La Rioja y termina en Andalucía, pasando por Ribera del Duero, Toro, Penedés, Priorato y La Mancha, Cataluña y Galicia. Al menos, ésa es la propuesta que realiza la empresa española Rutas de Vino - Vintage Spain (www.rutasdevino.com), especializada en enoturismo y en la organización visitas a bodegas y vacaciones gastronómicas en España y Portugal.

En tanto, Francia, país muy rico en cuanto a historia y producción vitivinícola, ofrece lo mejor de su cosecha en la ciudad de Bordeaux, donde muchos viajeros aseguraron haber experimentado una de las vivencias más innovadoras a la hora de recorrer y conocer bodegas. Tierra originaria del Malbec, la región produce diferentes variedades de esta cepa: Cot, Noir de Pressac, Pied Rouge, Noir Doux, Oeil de Perdrix, Malbeck, Auxerrois.

Otra de las bodegas destacada de la región es la Planete-Bordeaux, que fue premiada por la Red Global de las Grandes Capitales del Vino (GWC) por sus prácticas sustentables en Turismo del Vino.

Además de estas ciudades europeas, hay otras zonas del viejo continente que integran el selecto grupo de las ocho capitales del vino. Florencia (Italia) es una de ellas, donde se destacan las instalaciones de la bodega Castello di Meleto, originariamente una fortificación de los Florentinos contra sus vecinos de Siena. Hoy es propiedad de la Società Viticola Toscana, y ofrece a sus huéspedes la posibilidad de alojarse en uno de los seis apartamentos maravillosamente remodelados, con terraza y jardín, rodeados de bodegas y molinos de aceite de oliva. Los campos que rodean el castillo tienen una extensión de unas 1.000 hectáreas, de las cuales 200 están dedicadas al cultivo de viñedos y a su subsiguiente producción de vino.

La ruta europea del vino concluye en la Ciudad de Porto, en Portugal. Allí se producen muy buenos vinos a la ribera de Vila Nova de Gaia, en la bodega conocida como The House of Sandeman. Recorrer estas casas tienen el valor agregado de conocer la historia, patrimonio y tradición de la región, a través del Centro de Visitantes y del Museo del Vino de Porto, como también el Museo de Lagares en el valle de Douro. Asimismo, los visitantes pueden recorrer las antiguas bodegas compradas por George Sandeman en 1811.

Cambiar el continente no significa estar lejos del vino, al contrario: América también tiene una larga tradición de viñedos. Sus casos más destacados son Argentina y Estados Unidos.

La ruta del vino en Sudamérica

En Argentina, la producción vitivinícola cada vez cobra más importancia. Según el último informe realizado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura, “el pronóstico de producción de uva para 2008 en el país se calcula, en una primera aproximación, que alcanzará los 21.521.271 quintales, equivalente a un incremento del orden del 6 %, respecto de la producción de 2007”.

Mendoza es una de las provincias argentinas más identificadas con la magia de los viñedos. Los visitantes pueden elegir entre cuatro regiones: Centro, Valle de Uco, Valle Central y Sur.

La primera comprende los departamentos de Godoy Cruz, Guaymallén, Maipú y Luján de Cuyo. Allí se concentran la mayor cantidad de bodegas abiertas al turismo y es la más visitada por su gran variedad: desde bodegas familiares, bodegas boutique y pequeñas bodegas hasta las tradicionales y centenarias con su riqueza histórica.

El camino continúa en Valle de Uco, a más de 900 metros de altura y al costado de la precordillera andina, sobre los departamentos de Tunuyán, Tupungato y San Carlos. Es el territorio de turismo de vinos más joven de la provincia en donde se encuentran bodegas de imponente arquitectura y diseño; casi todas modernas y equipadas con la última tecnología y orientadas principalmente a vinos premium. Ubicada a 100 km de la Ciudad de Mendoza, es el lugar ideal para pasar unos días conociendo de vinos y gozando de la gastronomía.

La tercera región mendocina del vino es la conocida como Valle Central, que une los departamentos de San Martín, Santa Rosa, Rivadavia y La Paz y es la principal zona productiva de vinos de la provincia. En ella se encuentran la mayor cantidad de hectáreas plantadas de viñedos de Mendoza.

Por último, y finalizando el camino, está la región Sur donde se encuentran las bodegas con renombre internacional sobre el suelo de los departamentos de General Alvear y San Rafael.

Más información:
» Bodegas de Argentina
» Caminos del Vino
» Valles del Vino

Paseando por el “País del Vino”

California, en la costa oeste de los Estados Unidos, tiene una importante representación en el mercado de los vinos y en las oportunidades que vinculan al turismo con la vitivinicultura. Allí, la zona que se conoce como el Wine Country (País del Vino) es un oasis para los amantes del buen beber. Se trata de una vasta región caracterizada por su producción de calidad premium –reconocida mundialmente– que abarca los contados de Napa, Sonoma, Mendoncino y Lake.

A lo largo de los 48 kilómetros del Valle de Napa (al oeste de Sacramento, una hora en auto hacia el norte de San Francisco) se concentran más de 200 bodegas, famosas por sus productos y porque han logrado una fantástica fusión con la gastronomía y el turismo. Cada año, cerca de 8 millones de personas visitan la zona, un récord que la convierte –después de Disneylandia– en una de las más populares atracciones turísticas californianas.

Una de las opciones más pintorescas (y sabrosas) para recorrer el valle es el Napa Valley Wine Train, que ofrece distintas propuestas gastronómicas, todos los días del año, tanto al mediodía como por la noche. Además de los vagones-comedor, incluye uno donde se realizan degustaciones de más de 40 variedades de vinos. Dos veces al mes, organizan la Murder Mystery Dinner Theatre, una experiencia que combina los sabores gourmet con un drama teatral interactivo en cuatro actos (basado en un caso policial real de 1915).

Quienes buscan opciones que respetan a la Naturaleza no pueden dejar de visitar la bodega Grgich Hills Cellar, donde aplican prácticas biodinámicas y orgánicas para la elaboración de este elixir (desde el tradicional pisado de uvas hasta la utilización de energía solar).

El condado de Sonoma es otra zona de peso en la industria (y el turismo) del vino. Vale la pena visitar Alexander Valley, Bennett Valley, Chalk Hill, Dry Creek Valley, Green Valley of Russian River Valley, Knight's Valley, Los Carneros, Northern Sonoma, Rockpile, Russian River Valley, Sonoma Coast, Sonoma Mountain y Sonoma Valley.

Fiel al estilo norteamericano de maximizar las potencialidades de cada atracción turística, el Wine Country ofrece a los visitantes mucho más que bodegas y restaurantes: spas, viajes en globo, cabalgatas, golf y bodas temáticas son sólo algunas de las opciones para elegir.

Más información:
» Napa Valley Vintners
» Just Wine Country
» Napa Valley Conference & Visitors Bureau
» Wine Country.com
» Sonoma County Winegrape Commission
» Sonoma County

Las propuestas de Oceanía y África

La industria australiana del vino es una de las más importantes del mundo: ocupa el cuarto lugar en el volumen de exportaciones mundiales, después de Francia, Italia y España. La variedad estrella es el Syrah, que localmente se conoce como Shiraz, y su vino más famoso es el Penfolds Grange, producido por la bodega Penfolds.

Nueva Zelanda tiene una historia vitivinícola reciente, pero la calidad de sus vinos mejora día a día y ganan cada vez más participación en el comercio mundial. Si bien se pueden encontrar otras cepas como Pinot Noir, Chardonnay y Merlot, el Sauvignon Blanc es definitivamente su producto insignia. Sus bodegas más conocidas son Te Mata (la más antigua del país) y Cloudy Bay.

En el continente africano, la producción de vinos de calidad se encuentra limitada a los alrededores de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, principalmente en las localidades de Constantia, Stellenbosch y Paarl. El paisaje es imponente, con abundante vegetación y antiquísimas colinas de cumbre chata, como la famosa Table Mountain. Un detalle adicional de interés turístico es la arquitectura de las bodegas, con una clara influencia holandesa (ya que fueron los holandeses quienes iniciaron la vitivinicultura en la zona).

Más información:
» Australia Wine Spot
» Wines of NZ
» New Zealand Wine
» Cape Town Direct

Famosos con bodega propia

La fama y la pasión por la vitivinicultura a veces se dan la mano. “No hay que olvidar que un buen vino es siempre una obra de arte”, se afirma. Por eso, que actores, cineastas, cantantes y otras estrellas mundiales decidan plantar sus viñedos y rodearse de enólogos para crear marcas propias habla de una vocación creadora que excede los límites de la propia especialidad artística… o, quizás, simplemente, de un exquisito gusto por los placeres de la vida.

El actor Gerard Depardieu empezó su carrera vinícola en la Borgoña francesa hace 30 años, la continuó en Anjou (con la finca Château de Tigné) y en Morales de Toro (Zamora, España), con la bodega Domaine Malesan Espagne. Su esposa y actriz Carole Bouquet también tiene bodega en Sicilia, Italia.

Otro de sus colegas, el actor Jean Louis Trintignant, elabora en Nimes un tinto llamado Rouge Garance. En la misma zona tiene su emprendimiento Christopher Lambert.

Francis Ford Coppola, creador de la saga de “El Padrino” y otras inolvidables películas, es desde 1978 dueño de unos viñedos en Valle de Napa, en los que produce el famoso vino Rubicon, cuyas botellas rondan los 300 euros. Además, elabora espumosos en lata en honor a su hija Sofía.

¿Quién más se sumó a los famosos con bodega? El cantante catalán Joan Manuel Serrat, quien en 1998, junto con otros socios, creó Mas Perinet, en la sierra de Montsant y el Priorato (Cataluña).


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