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30 de noviembre de 2015
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Viena, la ciudad de las mil caras

Una imaginaria y muy singular línea de tiempo parece trazar la ciudad de Viena al dibujar en sus calles
Viena, la ciudad de las mil caras
Viena _ Fotos de Pixabay

Maravillosos espacios que dan inmortalidad a los hechos pasados, pero que, al mismo tiempo, dan impulso a un presente que no se detiene ni un segundo, ansiando un futuro que se avizora a la vuelta de cada esquina. Así se erige la capital austríaca: como un sitio en el que ninguna época queda fuera de sus fronteras. Viena
Considerada una de las ciudades más importantes no solo de Austria, sino de Europa, Viena es uno de esos destinos versátiles en los que cualquier turista encontrará todo lo que esté buscando para unas vacaciones ideales. Esto es posible puesto que Viena ofrece una amplia variedad de recorridos y propuestas que comienzan en su imponente arquitectura y continúan de forma inagotable entre sus calles, restaurantes, salones de bailes, museos, entre otras posibilidades de disfrute. 
Una estadía en la capital de Austria puede comenzar con una caminata a orillas del río Danubio, el cual, además de ser un protagonista ineludible de la ciudad, dio origen al famosísimo vals de Strauss: el Danubio Azul. Desde sus costas, los caminos se bifurcan una y otra vez, ocasión que estimula a adentrarse en su magnífica arquitectura, una mezcla de remoto pasado y ultramoderno presente que conviven en perfecta fraternidad. Si los intereses se inclinan por esta opción, se recomienda un paseo por la catedral San Esteban. De estilo gótico, este edificio del siglo XII es un fastuoso monumento tanto por su historia como por su peculiar construcción de amplísimas dimensiones. Aunque la catedral sea casi un punto arquitectónico de visita inevitable, existen otros muchos que representan parte de la historia de Viena y que merecen una recorrida por sus muros. Algunos de ellos son las monumentales edificaciones que Vienaconforman los palacios barrocos: SchönbrunnBelvedere y Hofburg, símbolos de distintos periodos de la vida social y política como, por ejemplo, la monarquía de los Habsburgo. 
Sin embargo, como característica propia de esta urbe, la modernidad ha reclamado su lugar y entre tantas huellas del pasado, aparece lo más actual de la arquitectura. Tal es el caso del MuseumsQuartier, la Donau City o el museoAlbertina, todos con improntas que delinean un estilo de avanzada. Continuando en este sentido, si las preferencias se vinculan al arte, la elección será una ardua tarea, ya que se deberá escoger entre un espectacular número de museos y espacios destinados al más exquisito trabajo de reconocidos artistas como, por ejemplo, Gustav Klimt, genio creador de “El beso”, una obra que podrá verse en el palacio Belvedere. 
¿Por dónde continuar? Un excelente y excéntrico paseo puede llevarse a cabo si se acercan a cualquiera de losMercados de Pascuas. Se trata de tradicionales lugares en los que se podrán adquirir productos autóctonos y recuerdos, como también deleitarse con una inusual vista de gigantescos huevos de Pascuas decorados de forma artesanal en los jardines del palacio de Schönbrunn.
En Viena, los itinerarios parecen multiplicarse de manera que el turista siempre encontrará una salida a su medida o una excusa para su regreso. Por ello, ya sea la primera visita o se trate de un viajero recurrente, es imposible no acudir a uno de los mucho bailes que se llevan a cabo allí.vienaCentro cultural por excelencia, la música vienesa es una de las principales responsables de que así sea catalogada a nivel mundial. Por ser la cuna de grandes maestros de la música clásica, más particularmente de genios creadores de célebres vals, el baile es uno de los puntos que mayor relevancia tienen en la conformación de la identidad vienesa. Más de un centenar de tradicionales bailes se dan cita a lo largo de todo el año, de modo que sin importar el calendario, en cualquier ocasión se tendrá la oportunidad de asistir a un salón de baile y participar de esta experiencia antiquísima en pleno siglo veintiuno. 
Finalmente, un recorrido por típicos centros de compras y restaurantes, completan cualquier viaje. La degustación de vinos regionales y de un café fuerte transporta al turista a vivir una auténtica vida vienesa. Entre sus platos típicos, elgulash y el apfelstrudel son dos manjares que no pueden estar ausentes de un “menú turista”. Y si de paseo de compras de trata, es perfectamente combinable con un tour gastronómico, puesto que muchos de los bares y restaurantes se transforman en tiendas de ropa y diseño para sus clientes. 
VienaViena, siempre inagotable, siempre prolífica y exquisita en cada itinerario. Una ciudad con límites geográficos, pero inabarcable en cuanto a variedad de ofertas. Un escenario que se desdobla ofreciendo en cada esquina, belleza, entretenimiento, cultura, historia, pero por sobre todo, calidad y cuidado para que el disfrute de sus visitantes sea pleno. 


 
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