Barbados, isla con dos mares

La isla de Barbados reúne todas las condiciones para pasar unas vacaciones únicas rodeadas de naturaleza, playas, puntos exóticos y lugares históricos con todo el sabopr caribeño. Este paraíso tiene un muy buen nivel de vida, la educación, la seguridad y los transportes públicos son impecables, por lo que no es un problema transitar por la calle o manejarse solos fuera de los tours.

La música, los sabores y la arquitectura son una mezcla entre las tradiciones caribeñas y la influencia de la colonización británica. Hoteles 5 estrellas, restaurantes internacionales, centros comerciales y canchas de golf son solo algunas de las comodidades del primer mundo que tiene Barbados.

Bridgetown es la capital de la isla y está ubicada en la Bahía Carlisle en el noroeste del país. La arquitectura colonial de las casas antiguas se mezclan con los edificios modernos. La Broadstreet es la principal calle para hacer compras o comer en algún lindo restaurante, pero también tiene decenas de casa coloniales que se pueden admirar.

La Plaza Trafalgar es el centro de la ciudad, a su alredor se encuentran todos los edificios de la administración pública de estilo neogótico que datan del siglo XIX. Además de ver la estatua del Almirante Nelson, se puede recorrer la catedral anglicana Saint Michel que fue construida en el siglo XVIII y ver la sede del Parlamento nacional.

A 23 kilómetros de Bridgetown está el pueblo pesquero Bathsheba con los arrecifes de coral más lindos de toda la isla. Los surfistas eligen esta playa de arena blanca por sus grandes olas, mientras que las familias adoran relajarse en las tranquilar piscinas naturales que forma el agua en la arena. En el norte del país se encuentran los mejores lugares para los amantes de la naturaleza. Barbados ofrece el Jardín Botánico de Andrómeda, un terreno que cuenta con una gran variedad de orquídeas, palmas, helechos, buganvillas, begonias y cactus, todos cultivados en acantilados con vista al mar. Cascadas y piscinas creadas por un riachuelo que cruza el área se mezclan con flores y árboles típicamente tropicales. Por otro lado, también esta la Reserva Natural de Barbados que cuenta con 2 hectáreas de árboles de caoba, un santuario de monos verdes de Barbados y gran cantidad de aves, papagayos, garzas, tortugas de tierra, liebres y nutrias que caminan libremente.

La Cueva de Harrison es un paseo sólo para aventureros y considerada una de las “Siete Maravillas de Barbados”. Subidos a un pequeño tranvía eléctrico se recorren las cuevas, que presentan una galeria de estalactitas y estalagmitas con arroyos de agua cristalina que se forman con las cataratas de ríos subterráneos que caen de las paredes.

Malibú Beach es una playa privada donde hay que pagar 2 euros para entrar. Ese precio te da derecho a una hamaca o reposera, además de disfrutar arenas doradas que se mezclan con el agua tibia y turquesa. Otra de sus atracciones es que allí cerca está la famosa destilería de Ron “Malibú” que se puede recorrer, aprender un poco de esta bebida y degustar.

En el sudoeste del país, de cara al Océano Atlántico, se encuentra Bottom Bay, una playa con olas suaves gracias a los altos arrecifes de coral de la zona. Miles de palmeras se mezclan con las tortugas y ballenas que nadan en las aguas, haciendo de Bottom Bay un lugar paradisíaco.

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