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31 de marzo de 2017
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Cuando los niños viajan solos

Muchas empresas ofrecen servicios y programas especiales para menores de edad que viajan sin compañía. Sin embargo, conviene tomar algunas precauciones para que tanto el pequeño como nosotros nos sintamos tranquilos de que todo saldrá bien.
Cuando los niños viajan solos

¿Te gustaría que tu hijo visite a sus abuelos o tíos durante las vacaciones pero tus ocupaciones (o el presupuesto) no te permiten acompañarlo en el viaje? ¿Tu ex esposo vive lejos y el niño desea pasar unos días con él? ¿Surgió la oportunidad de que realice un intercambio estudiantil o tome un curso de idiomas en el exterior?

No te preocupes, cada vez es más frecuente que los menores de edad viajen sin que un familiar directo los acompañe. Con una buena planificación y algunas precauciones, todo saldrá a la perfección.

Viajando en avión

En la actualidad, la mayoría de las líneas aéreas ofrecen servicios y programas especiales para menores de edad que viajan sin compañía. Pero, si bien comparten muchas características similares, las políticas y modalidades de cada una de ellas varían en algunos detalles, por lo que es importante verificar requisitos y procedimientos en cada caso en particular.

En primer lugar, las edades mínimas para que los niños puedan viajar sin acompañantes son diferentes en cada compañía. En general, se exige que hayan cumplido los 5 años. Pueden existir, además, restricciones en cuanto al tipo de vuelos según la edad del menor: en ciertos casos sólo se les permite realizar vuelos directos (es decir, sin escalas o sin conexiones), o bien pueden tomar vuelos con escalas siempre y cuando algún miembro del personal de la aerolínea los escolte al transbordar. Habitualmente, a los menores de entre 12 y 17 años no se les exige ser escoltados por un adulto, pero los padres o tutores pueden solicitar el servicio si lo desean (que tiene un cargo extra).

A la hora de comprar el boleto, deberás tener en cuenta lo siguiente:
» Elige los vuelos que salen por la mañana, o lo más temprano posible. Si llega a haber complicaciones o demoras en la salida, tendrás el resto del día para solucionarlo o buscar alternativas. Además, la mayoría de las aerolíneas no permiten que los menores sin compañía viajen en los últimos vuelos del día (a menos que sólo exista un vuelo hacia ese destino) ya que si llega a haber retrasos los pasajeros podrían llegar a tener que esperar hasta la mañana siguiente para abordar el avión y que tu hijo deba pasar la noche en el aeropuerto no es una buena idea.
» Prefiere los vuelos sin escalas. Si los trasbordos o conexiones son indispensables, trata de escoger opciones que involucren a los aeropuertos pequeños o con menor movimiento de pasajeros, ya que resultarán menos intimidatorios para tu hijo.
» Avisa desde un primer momento a la aerolínea que el pasajero será un niño sin acompañante (jamás esperes a hacerlo hasta llegar al aeropuerto). Así, la empresa podrá informarte adecuadamente (no olvides preguntar si existen aranceles extra) y tomar las precauciones necesarios con la debida anticipación.
» Como un adulto deberá recoger a tu hijo a la llegada, es importante verificar quién podrá hacerlo y coordinar con esa persona el día y hora de llegada del vuelo de modo de que no tenga problemas para acudir a recibirlo.
» Usa e-tickets —boletos electrónicos— siempre que te sea posible, ya que son más seguros y la información queda almacenada en las computadoras de la aerolínea en caso de emergencia.

Antes de partir

La preparación del equipaje es un asunto importante. Los chicos no pueden cargar demasiado peso, por lo que debes procurar que su equipaje de mano sea liviano y fácil de manipular. Además, procura que no lleven elementos que estén prohibidos para que no tengan problemas a la hora de abordar. No olvides incluir algunos de sus snacks favoritos (galletitas, sándwiches, golosinas, barritas de cereales, entre otras) por si la comida durante el vuelo no llega a gustarles o, simplemente, por si les agarra hambre. De acuerdo a sus edades, es una buena idea que empaquen elementos que les ayuden a mantenerse entretenidos: libros, revistas, pequeños juegos, cuadernos para escribir o dibujar. En cuanto a la valija que se despachará a la bodega del avión, procura que no exceda los límites permitidos y que contenga realmente lo esencial: tu hijo ya tendrá suficiente con cuidarse a sí mismo, no le agregues un problema extra.

No hay que olvidar, tampoco, ciertas medidas de seguridad:
» Provéele una cantidad de dinero (ni demasiado elevada, pero tampoco muy poca) en efectivo (y en billetes de baja denominación y monedas) que le permita cubrir gastos imprevistos y efectuar llamadas en caso de emergencia. Si viajan al extranjero, es importante que cuenten también con dinero en la moneda del país de origen.
» Asegúrate de que sepa cómo realizar llamadas por cobro revertido y suminístrale una tarjeta telefónica, así como una lista con los números más importantes.
» Entrégale un detalle del itinerario completo, con la mayor cantidad de datos posibles: número de vuelo, horarios de salida, asiento, terminales, etcétera. Repásalo con él y asegúrate de que entienda para qué le puede llegar a servir y cuándo consultarlo.
» Apúntale el nombre de la persona que irá a recogerlo, junto con sus datos de contacto. No es mala idea proporcionarle también una fotografía.

En cuanto a la documentación requerida, tu hijo deberá tener a mano: su boleto de avión (o e-ticket) y un documento de identificación. Si está viajando al exterior, no debes olvidar el pasaporte, visa en caso de que sea necesaria y una nota de permiso otorgada por los padres o tutores (es esencial que confirmes los requisitos de este último documento, ya que cada país de partida y de destino puede exigir distintos tipos de sellados o certificaciones).

Usualmente, las aerolíneas pedirán que el padre o tutor llene una forma con toda la información relevante sobre el menor. Si tu pequeño requiere tomar algún tipo de medicamento, informa de esto a la aerolínea. Ellos definitivamente no le darán la medicina en la boca, pero sí le permitirán llevarla consigo en el avión. Por ello, es importante que en este formato especifiques si tu hijo sufre algún tipo de alergia o condición médica especial, así como una lista de los medicamentos necesarios. Igualmente deberás escribir el nombre de quien recogerá a tu hijo al llegar a su destino.

En viaje

El día de la partida, prepara las cosas con tiempo: no le agregues presión a tu hijo con corridas de último momento ni lo apures en demasía. Arriba al aeropuerto temprano para facilitar en proceso de check-in y para que el niño tenga tiempo de acostumbrarse al lugar.

Al llegar, muéstrale dónde se encuentran los puestos de información y ayuda, y enséñale a reconocer a los empleados uniformados. Repasen juntos el funcionamiento general del aeropuerto, para que se sienta seguro de haber comprendido todo bien y de que podrá manejarse sin problemas en la terminal de llegada. Acompáñalo a realizar el check-in y verifica que guarde el talón de equipaje, para que pueda recogerlo luego en el destino final. Algunas líneas aéreas les dan una gorra o botón a los niños que viajan solos para que todo el personal los identifique fácilmente. Explícale a tu hijo la función de ese elemento y la importancia de llevarlo puesto en todo momento.

Después de registrar el equipaje, tu hijo será escoltado a la sala de espera por personal de la aerolínea. En general, no te dejarán acompañarlo hasta allí por cuestiones de seguridad. Sin embargo, te pedirán que esperes en el aeropuerto hasta que el avión haya despegado, sólo por si llegar a presentarse algún inconveniente. Despídete con alegría de tu hijo, transmítele confianza y no prolongues este momento más de lo necesario.

Al llegar a destino

Todos los menores que viajan sin compañía deberán ser recogidos por un adulto responsable en el aeropuerto de destino: personal de la aerolínea escoltará al niño hasta la zona de llegadas y sólo lo dejará partir con la persona cuyo nombre se indicó previamente (deberá identificarse con una credencial con fotografía y se le pedirá que firme un documento en el que acepta hacerse cargo del menor). Esto es un requisito indispensable y, aunque tu hijo esté acostumbrado a tomar taxis u otros medios de transporte, no se le permitirá hacerlo por cuenta propia.

Algunos consejos finales

Ten siempre en cuenta la personalidad y madurez de tu hijo antes de planificar un viaje que deba realizar solo: que haya cumplido la edad mínima exigida por la aerolínea no quiere decir, necesariamente, que esté listo para la experiencia. Tal vez tenga miedo o se sienta abandonado y comience a llorar. O, por el contrario, si es muy desobediente y difícil de controlar, puede llegar a convertirse en un problema cuando no esté bajo tu supervisión. En estos casos, lo mejor sería esperar a que fuera más grande o maduro.

Por otra parte, no es recomendable que un niño viaje solo la primera vez que realice un vuelo aéreo. Así como muchos adultos le temen a los aviones, tu hijo podría asustarse mucho. Lo ideal sería que vuele primero acompañado por alguien cercano y, si todo sale bien, recién luego intente hacerlo sin compañía.

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