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05 de diciembre de 2011
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Consejos para regatear sin miedo

Hay mercados del mundo en los que esta práctica es una obligación, pero para que el resultado sea beneficioso al bolsillo del turista y para que, además, el vendedor no se ofenda, hay algunas reglas básicas que debes saber. Descúbrelas.
Consejos para regatear sin miedo
El arte del regateo. Foto:iStockphoto.com

A la hora de comprar, sobre todo en algunos mercadillos del mundo, la regla parece ser el regateo. Pero quienes no viven en países en los que esta costumbre es ley, no saben por dónde empezar, sienten culpa, titubean y, muchas veces, prefieren pagar de más antes que pelear el precio. Sin embargo, hay vendedores que, acostumbrados que el cliente intente bajarle el monto a pagar por el producto que ofrece, se pueden ofender en caso de que el posible comprador no juegue su juego.

Lo primero que debes saber a la hora de regatear es que, aunque se trate de un tire y afloje, nunca debes perder la cordialidad ni la educación. Antes incluso de esto, debes tener en cuenta también que uno de los códigos del regateo es que cuando uno pregunta el precio es porque está demostrando interés. Por lo tanto, si un producto no te gusta, no preguntes cuánto vale sólo por preguntar porque sería descortés y, además, sólo conseguirás que el vendedor te siga y persiga hasta que logre convencerte de venderte algo. Recuerda que ellos tienen ventaja siempre, ya que tienen un entrenamiento que tú no tienes.

Otra de las cosas que debes recordar –sobre todo para quienes sienten culpa a la hora de regatear- es que nadie está haciendo caridad. Esto es: ni tú ni ellos. Debes saber que los vendedores tienen su piso y nunca venderán un producto por debajo de ese piso que se establecen, por lo tanto si osas descender por debajo de su precio mínimo, te lo harán saber con un contundente “no” que sonará bien diferente al que utilizan para seguir negociando.

Por otro lado, como se trata de una negociación que comenzará con un precio inflado puesto por el vendedor, es bueno que tu contraoferta sea baja, pero no insultante, y esté lejos –por debajo- de lo que realmente estás dispuesto a pagar porque en el trajín de la negociación tú irás subiendo mientras el vendedor irá bajando hasta llegar a un punto en común.

Ahora bien, si tú tienes muy claro que, por ejemplo, quieres pagar 7 por un artículo que te piden 13 y no estás dispuesto a negociar más, entonces amaga a irte con las manos vacías. Muchas veces puede resultar y así ganas, además, tiempo.

Nunca negocies varios artículos juntos porque entonces perderás la noción de cuánto está cobrándote realmente por cada uno y puedes salir perdiendo. Ve por uno por vez.

India, Ecuador, algunas zonas de Brasil, Tailandia, Malasia, Vietnam y Marruecos son sólo algunos de los lugares en los que el regateo es casi un estilo de vida. Eso sí, en todas partes debes diferenciar entre los vendedores ambulantes o de los mercados y aquellos con negocios que tienen sus precios colgados. Si entras a un negocio con productos que tienen su valor marcado, no intentes regatear porque sería una ofensa.

Tú, ¿qué experiencias de regateo tienes para compartir? Cuéntanos aquí.

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