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25 de abril de 2008
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Masdar, una ciudad verde

Todos queremos respirar aire puro en nuestras vacaciones. En Abu Dhabi, uno de los Emiratos Árabes Unidos, ese sueño se hará pronto realidad: ya comenzó la construcción de la primera urbe moderna completamente ecológica y libre de carbono.
Masdar, una ciudad verde

Sol, aire puro y silencio, porque los automóviles brillarán por su ausencia. No se trata del folleto promocional de una paradisíaca playa o un bucólico resort, sino de la primera ciudad del mundo pensada y diseñada para ser una verdadera amiga del medio ambiente: Masdar.

Ubicada en el medio del desierto en Abu Dhabi, el mayor de los Emiratos Árabes Unidos y uno de los mayores productores de petróleo del mundo, abarcará seis kilómetros cuadrados. Su diseño y construcción están a cargo del estudio Foster & Partners y se calcula que llegará a albergar 50.000 personas en el largo plazo. Se caracterizará por recurrir a la utilización de energía limpia y sostenible: paneles solares y nada de autos, para reducir las emisiones de dióxido de carbono a cero.

“La electricidad será provista por paneles que producirán voltaje mediante la luz natural, el agua provendrá de plantas de desalinización de energía solar, el sistema de irrigación para las plantas aprovechará las aguas grises y las aguas de drenaje tratadas en la ciudad”, puntualizó el comunicado de WWF.

Los edificios se apiñarán como en una ‘kashba’, y el sistema de refrigeración procederá de torres eólicas que recogerán las brisas del desierto y expulsarán el aire caliente. Ningún edificio superará las cinco plantas de altura; y la ciudad estará orientada de noreste a suroeste para obtener un equilibrio óptimo de luz solar y sombra.

Se parecerá a numerosas ciudades construidas en la época de los carruajes de caballos. La mayoría de las carreteras tendrán sólo tres metros de ancho y 70 de largo, para conseguir desarrollar un microclima que mantenga el aire en movimiento; los techos permitirán que entre el aire y protegerán el interior del fuerte sol en verano.

Nadie se encontrará a una distancia superior a los 200 metros del transporte público, y las calles darán a plazas con columnatas y fuentes.

“De ninguna forma intentamos imponer una arquitectura estándar internacional en Masdar. Nos esforzamos por conseguir un equilibrio de luz y calor”, explicó Evenden. “Esta zona padece únicamente tres meses de calor extremo, y el resto del año es bastante húmeda”.




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