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09 de noviembre de 2012
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¿Solo o acompañado?

La experiencia del viaje varía según se realice en forma individual o como parte de un grupo. Ambas son opciones válidas, sólo hay que saber elegir la adecuada.
¿Solo o acompañado?
Viajar solo o en grupo, esa es la cuestión.

Por Verónica Luna
Todo viaje despierta expectativas. El espíritu que lo impulsa es determinante en el resultado. Pero no es lo único. También la decisión de con quién viajar es importante. El dilema que se plantea: viajar solo o acompañado, es fundamental cuando se piensa en una experiencia placentera y feliz. Analizar los pros y los contras de cada una de las alternativas es una tarea imprescindible cuando hay que tomar una decisión que marca el rumbo del viaje.  

Viajar solo
El viaje realizado en forma individual permite contar con un factor muy importante como es la independencia.  La sensación de libertad se vuelve absoluta. No hay que estar pendiente de otras personas, se pueden fijar horarios de acuerdo con la propia conveniencia e inclusive modificar la planificación realizada a gusto del consumidor. La decisión de dónde viajar, cuándo llevarlo a cabo, qué hacer durante el viaje, cómo hacerlo, es enteramente individual. Para el viajero solitario la búsqueda de información es fundamental. Turista solitario
Además, es ideal para los que busquen contar con tiempo para la reflexión y la meditación, y disfrutar de pasar tiempo consigo mismo. Se logra el autoconocimiento, se gana en seguridad personal, y se es capaz de poner en práctica las habilidades de las que hasta el momento quizás ni siquiera se tuvo conciencia.
Viajar en solitario lleva a la interacción obligada con otras personas. Si en el destino elegido se habla un idioma distinto, el viajero se verá obligado a incorporar rápidamente el lenguaje para poder comunicarse.
Entre los aspectos que juegan en contra del viaje individual están los costos. La tarifa en base simple suele ser más elevada que cuando se viaja acompañado. En los viajes extensos puede resultar aburrido, aunque se puede subsanar con un buen libro, buena música o algún otro pasatiempo.
Algunos destinos pueden resultar peligrosos. Llevar a la práctica actividades de aventura como el senderismo o ciclismo, o actividades fuera del circuito turístico tradicional puede encontrarse con algunas trabas a nivel seguridad.
A veces es difícil conseguir buenas fotos que den cuenta del viaje, aunque en el mercado hay trípodes sobre los cuales colocar las cámaras con accionamiento automático que pueden dar solución a ese tema.
Viajar en grupo
Sumarse a un grupo para realizar un viaje encuentra un buen argumento en los costos ya que es mucho más accesible en términos económicos. Sale más barato el costo del paquete, se pueden compartir gastos en comida, transporte, diversión.
Los viajes en grupo tienen distintas modalidades. Se pueden realizar con personas conocidas o amigos en forma independiente, o se puede optar por contratar un paquete cerrado en el cual las personas no se conocen y donde el vínculo que los une es la agencia organizadora. Si la balanza se inclina a viajar en un grupo acompañados de amigos o parejas, puede ocurrir que las personas se encierren en las relaciones conocidas y no establecen contacto con otros. Sin embargo, la posibilidad de establecer vínculos nuevos entre los viajeros solitarios que se suman a un grupo, es muy alta.
La convivencia obligada con otras personas que pueden tener o no las mismas afinidades, puede ser muy divertida, y suelen contar con animadores que hacen juegos o actividades que sirven para integrar al grupo. Sin embargo, no todo el mundo es permeable a participar de esos entretenimientos. Para los introvertidos, esos momentos se vuelven incómodos.  También puede ser poco feliz tener que compartir la estadía con personas que son extremadamente quejosas, extrovertidas,  o por el contrario, que no hablan, que tienen conductas o hábitos radicalmente distintos que generan incomodidad. No obstante, también se aprende a ser tolerante.
Los recorridos ya están organizados, por lo cual el turista sólo tiene que acoplarse al programa planteado. No tiene que preocuparse por la planificación. Eso sí, habrá que soportar esperas. Las demoras para reunir al grupo antes de iniciar un recorrido, así como durante las excursiones suelen ser tediosas.turistas en grupo
Algunos atractivos que resultan interesantes de conocer en el plano individual pueden ser dejados de lado si no se logra el consenso del grupo. También puede resultar un alivio delegar la decisión final en la opinión de la mayoría. Pronto se comprende que la experiencia también es válida para aceptar las posturas diferentes y ceder en la negociación respecto de las actividades que se van a realizar.
Las salidas nocturnas pueden ser más divertidas. Además se comparte la belleza del paisaje y los recuerdos de los momentos vividos. Hay menos tiempos muertos.
El paquete turístico armado para viajar en grupo es de mucha utilidad en los destinos exóticos, poco tradicionales o ubicados a grandes distancias ya que permiten conocer un sitio que de otro modo en forma individual o en grupos reducidos es más difícil, no sólo por los costos, sino también por la seguridad, los desplazamientos y el idioma y el conocimiento de algunas normas o costumbres.
Se fortalecen vínculos. Si ya existía una amistad o una pareja, lo más probable es que la experiencia de convivir con personas con las que se tienen cosas en común derive en el afianzamiento de los afectos y en la organización de nuevos viajes.
La decisión de con quién viajar no es un detalle menor.  Tanto el viaje individual como en grupo tienen sus ventajas y su costado menos propicio. El viajero sabrá decidir, llegado el momento, qué variables pone en la balanza para que la experiencia del viaje sea enriquecedora. 
¿Viajaste solo o en grupo alguna vez? Relata aquí tu experiencia.

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