Huella andina: la Patagonia a tus pies

Por Verónica Luna
Las postales patagónicas son indescriptiblemente bellas. La contemplación del paisaje es un enorme regalo de la naturaleza. Pero interactuar con ese panorama activamente es una aventura imperdible para los pies. Y para todos los sentidos.
El Sendero Huella Andina conecta Villa Pehuenia, el pequeño paraíso de araucarias ubicado a orillas del Lago Aluminé, al norte de la provincia de Neuquén, con otros puntos panorámicos de la región andina que conforman la Reserva de Biósfera Andina Nord patagónica. El recorrido inicia en el Parque Nacional Lanín y atraviesa los parques nacionales Nahuel Huapi, Arrayanes, Lago Puelo y Los Alerces.  
En el mapa que atraviesa el sendero están incluidas las localidades de Junín de los Andes, San Martín de los Andes, Villa La Angostura, Villa Traful  (en la provincia de Neuquén), San Carlos de Bariloche, El Bolsón (Río Negro). Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén, Cholila, Esquel y Trevelin (Chubut).
Son 570 kilómetros de recorrido unidos con el propósito de fomentar el senderismo como actividad de turismo sustentable. Además, promueve la visita a algunas zonas de la Patagonia andina cuyas poblaciones locales, con el aporte del turismo, pueden lograr un mayor desarrollo.
Los senderos están señalizados con marcas celestes y blancas y tienen dificultad variable. Si bien están pensados como circuitos de trekking para todo tipo de público, especialmente para los que tienen menos experiencia, hay algunos que son de baja dificultad, otros de mediana y unos muy exigentes. Algunas etapas pueden realizarse en bicicleta o cabalgata. Son en total 42 etapas distribuidas en 3 provincias.
Para recorrer alguna de las etapas, es obligatorio registrarse. Otras modalidades para transitar el sendero son bicicleta o cabalgata. En algunos tramos es posible encontrar áreas de acampe y fogón habilitados, por lo cual es necesario consultar la información disponible en las oficinas de Parques Nacionales o las Secretarías de Turismo de cada lugar.  
La preservación y cuidado ambiental requiere el máximo cuidado en cuanto a apagar bien el fuego al retirarse de las zonas de fogón habilitado, no fumar y llevarse los residuos. En la mayoría de los tramos no hay señal de telefonía celular disponible.
Para gozar de una experiencia agradable en contacto con la naturaleza, se recomienda tener en cuenta la condición física, y elegir los circuitos adecuados.  Iniciar el recorrido por la mañana temprano para llegar a destino con la luz del día, y considerar los tiempos de demora de caminata, más los descansos, fotografías, comidas y contemplación. Indispensable llevar suficiente agua e ir acompañado.
El conjunto de circuitos que propone Huella Andina está basado en rastros preexistentes. Las mismas trazas que utilizaban pobladores originarios, caminos por los que se conducían los rebaños, rutas que utilizan los lugareños, o viejas picadas. Es un sendero que además del encuentro con la naturaleza permite la conexión con la historia, con las tradiciones, con la vida de las poblaciones locales.
Huella Andina es una oportunidad para vivir una experiencia bien cercana con la naturaleza. El verde de los árboles, el refugio de su sombra, el canto de los pájaros, el colorido de las flores, la tranquilidad de sus lagos, ríos y arroyos. Un cielo bien celeste y con tonalidades encantadoras al atardecer. El brillo del sol resaltando la belleza de las aguas verdes turquesa.
En el recorrido por el sendero se encuentran hermosos espejos de agua, cada uno diferente, cada cual con sus características y su propia belleza. Los ríos a veces más caudalosos, por momentos rápidos, o de aguas calmas se mezclan con centenarios árboles. Bosques de coihues, alerces, arrayanes, araucarias. Volcanes, cerros, miradores que deslumbran con sus vistas. Cascadas. Una, varias, muchas. 
El final de un día agitado puede tener un corolario bajo un cielo estrellado si se elige pasar la noche en un camping. Descubrir el aire fresco de la mañana y la paleta de colores del amanecer, son vivencias reservadas para recorridos largos, de varias jornadas.
Huella Andina es un conjunto de posibilidades. Cada viajero elige qué tramo transitar. Como si se tratara de un menú exquisito, el caminante degusta aquellos bocados que le provocan más deleite. Acaso el goce supremo conduzca a consumir todo el banquete. Sin dudas, una rica forma de elegir tu propia aventura.
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Huella Andina