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08 de mayo de 2015
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Nadando entre cerdos

Viajar hasta una pequeña isla privilegiada del Caribe y ser recibido por cerdos salvajes solo es posible en Big Major Cay, en el archipiélago de las Bahamas.
Nadando entre cerdos
nadando entre cerdos en Big Major Cay

Por Armando Cerra
Es pensar en las Bahamas, y de forma inmediata vienen a la mente cocoteros y palmeras en playas de arenas blancas bañadas por las aguas azul turquesa del mar del Caribe. Todo eso y algo más se puede encontrar en una de las playas del distrito de Exuma. Aunque de momento vamos a mantener un poco la incertidumbre de la sorpresa que espera al viajero en ese rincón paradisiaco.
Ese distrito bahameño está compuesto por centenares de cayos, unas 300 islas, y entre ellas se encuentra Big Major Cay. Es una isla deshabitada por el ser humano, lo que no quiere decir que no viva nada. Es más tiene unos vecinos muy peculiares que se han convertido en el principal reclamo para gastarse unos dólares y tomar una embarcación para navegar hasta allí. De hecho, el único acceso hasta el lugar es por vía marítima, y desde Nassau te puedes informar sobre quién te llevará a la pequeña isla.crdos nadadores
Allí nos espera el típico paisaje caribeño, pero el recibimiento es de lo más peculiar. Conforme la pequeña lancha se aproxime a la costa, se descubre un grupo de lustrosos cerdos que no dudan en lanzarse al mar y nadar durante unos metros hasta rodear la embarcación. No son una amenaza. Todo lo contrario, son de lo más amigable y en el fondo únicamente están pidiendo algo de comida a los viajeros, a cambio de agasajarles con su presencia.
Porque en Big Major Cay vive una piara de cerdos en estado salvaje. Estos animales llevan un tiempo indeterminado en la isla y ellos solos se dieron cuenta de que el gran recurso del lugar es el turismo, como en todo el Caribe, y su enorme capacidad de adaptación les ha enseñado a explotarlo. Por esa razón se acercan a los turistas muy simpáticos, nadan con ellos y ofrecen un espectáculo único.
¡Qué listos son los cerdos! No nos ha de extrañar en demasía ya que los últimos estudios científicos indican que el genoma humano no se diferencia mucho del porcino. Y aquí hay una muestra, saben sacar su alimento de los turistas que llegan hasta aquí desde todo el mundo, los cuales por bañarse junto a los gorrinos les proporcionan alimento. Una experiencia sumamente curiosa ya que sabíamos que los cerdos se daban pringosos baños de barro mezclado son sus propios excrementos, pero se desconocía su habilidad para disfrutar del mar, y mucho menos para hacer disfrutar de él a los humanos.
Uno se pregunta cómo llegaron hasta aquí los puercos. ¿Fueron los únicos supervivientes de un naufragio? Todo parece indicar  que así fue, aunque hay quién piensa que los desembarcó alguna nave para pasar a buscarlos después, tras haber engordado sin costar nada, aunque sus dueños nunca regresaron. nadando entre cerdosEl caso es que los descendientes de aquellos primeros cerdos se han convertido en los dueños de la isla, e incluso en los mapas su playa aparece denominada como Pig Beach.
Pig, o sea, en español cerdo, puerco, cochino, marrano, guarro. Todas ellas denominaciones para este animal y que se convierten automáticamente en adjetivos que significan sucio y asqueroso. En cambio si se viaja hasta Big Major Cay en las Bahamas se descubre a los que posiblemente sean los cerdos más limpios del mundo, que viven en un paraíso y que son engordados por los humanos, sin que estos los vayan a sacrificar. Es decir, seguramente los ejemplares más privilegiados de su especie.


 
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