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25 de julio de 2016
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Las cookies y las ofertas para reservar viajes online

¿Por qué de pronto desaparece ese vuelo tan barato que íbamos a reservar? ¿Será una cuestión de la oferta y la demanda? ¿O era una falsa oferta?
Las cookies y las ofertas para reservar viajes online

Por Armando Cerra
Encuentras una oferta de un vuelo al destino que estabas buscando y en las fechas que cuadran con tu calendario de vacaciones. Perfecto. Comienzas a hacer la reserva, a rellenar campos y pasar pantallas, y llega la sorpresa. ¡Ese precio ha subido! Y no hablamos solo del coste de facturar equipaje, tasas o recargos por el pago con determinadas tarjetas. ¡No! Ha aumentado el precio base.
¿Qué ha pasado? No está muy claro, pero según muchos usuarios de páginas web de venta online de billetes de avión, tren o medios de transporte en general se trata de una pequeña treta o estafa por parte de las compañías que atraen a esos posibles clientes con una suculenta oferta gancho que en realidad no existe, ya que en pocos minutos se agota y desaparece.
Por su parte, las compañías de esas aerolíneas, transportes ferroviarios, etc, niegan y rechazan semejante acusación, y sencillamente hablan de sus políticas de precios, que varían en muchos casos conforme el número de plazas disponibles va disminuyendo.
El caso es que es muy difícil de demostrar una cosa, pero también la contraria. La clave de todo eso está en esas cookies, de nombre tan simpático, pero que son el gran negocio de internet. Últimamente abrimos cualquier web y nos aparece, por regla general en la parte inferior con la propuesta de aceptar las cookies que genera dicha web. Y generalmente todos aceptamos, para que la navegación sea más rápida y sencilla. Porque en realidad no sabemos muy bien que estamos aceptando.
Pues bien, ¿qué son las cookies? No son unas dulces galletas, como podría pensarse  por su nombre. Una cookie es una diminuta cantidad de información que emite el sitio web y que se almacena en nuestro navegador. ¿Y qué significa eso? Pues que desde nuestra dirección IP le decimos a esa web por donde estamos navegando y qué consultamos, y como hoy en día está mucho más regulado, ese es el ataque mínimo a nuestra privacidad que estamos permitiendo.
Es cierto, que esas cookies por ejemplo nos permite no tener que rellenar campos de cuestionarios en los que se repiten los datos, o sea, no escribir varias veces nuestro nombre, mail, etc. Y también permiten una navegación más rápida y eficiente. Sin embargo, jamás terminamos de saber cuanta información estamos proporcionando.
Y desde luego en el caso que nos ocupa, es indudable que las compañías van sabiendo de nuestro interés en hacer tal o cual reserva, por lo que sabiendo que lo demandamos pueden subir a precios superiores a las ofertas iniciales. ¿Fraude? No se puede demostrar, y afortunadamente hoy en día todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Sin embargo, esta experiencia la hemos sufrido todos, y por ello se han llevado y se están llevando a cabo varias investigaciones sobre el tema.
Mientras se resuelve el asunto la pregunta sería ¿qué podemos hacer para aprovechar los precios bajos que realmente se publicitan? Es posible hacerlo y además es fácil. Bueno es fácil, si se dispone de dos equipos, ambos con conexión a internet, ya que uno de los trucos es cerrar la sesión al encontrar una tarifa a precios interesantes, y entonces irse al segundo equipo donde está prácticamente garantizado que vamos a encontrar el mismo precio e incluso mejor.
Y otra forma es hacer limpiezas periódicas y puntuales de las cookies acumuladas en el navegador, “los archivos temporales de internet” de toda la vida. Algo recomendable se vaya a hacer una reserva o no, ya que poco a poco se van acumulando megas y cookies que hacen que nuestros movimientos por la red sean seguidos por cientos, miles de webs, y detrás de las webs hay empresas y personas, algunas solo con afán de hacer negocio otras con ganas de lucrarse sin importarles el cómo.
Para los profanos en todo esto, tal vez les parezca que les hablamos en chino. Pero se puede hacer una sencilla prueba.
Buscad un vuelo por curiosidad, haced varias consultas y simulad la compra. Después abrid vuestro mail, da igual sea outlook, gmail, yahoo, el que sea. Mirad en la banda publicitaria y veréis que casualmente aparece alguna oferta de vuelo a ese destino. Eso en el mail, ahora entrad a Facebook u otras redes sociales. Ya nos contaréis

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