A partir del año 2009, el famoso transatlántico Queen Elizabeth II, de la compañía naviera Cunard, dejará de surcar los mares y encontrará su descanso en la isla artificial de Palm Jumeirah, en Dubai. ¿Su destino? Convertirse en un hotel flotante de lujo y un museo que expondrá su interesantísima historia.
Este magnífico barco viene prestando servicios desde 1969 y en él han viajado más de 2 millones de pasajeros de todas las condiciones. A lo largo de sus más de 800 viajes, navegó más de 5 millones de millas náuticas (el equivalente a unos 13 viajes de ida y vuelta a la luna).
Tiene capacidad para alojar a unos 1.800 pasajeros, en 950 amplios camarotes. La tripulación a disposición de los viajeros suma 1.015 miembros. Cuenta con siete restaurantes especializados en diferentes tipos de cocina, campo de golf, pista de tenis, varias piscinas, SPA, gimnasio, biblioteca, pista de paddle y tiendas de lujo.
El buque llegó a Dubai el 26 de noviembre, escoltado por uno de los modernísimos Airbus A380 y una flotilla de más de 60 yates locales. Con una espectacular y fastuosa ceremonia realizada al día siguiente, el 27, el crucero fue entregado a los Emiratos Árabes.
Más información: www.cunard.com
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