Viernes 26 de Abril de 2024

Logo
17 de junio de 2008
(725 votos)

Un paseo en zorra

A bordo de un asombroso vehículo, un viaje único en el que el campo y los distintos pueblos son parte del increíble paisaje que sorprende a cada kilómetro.
Un paseo en zorra
Las zorras son pequeños vehículos que los trabajadores ferroviarios utilizaban para transitar las vías en forma rápida y llevar materiales o peones. Hoy, se convierten en una opción turística.

Recorrer las abandonadas vías del tren en una zorra a motor es una experiencia única y diferente que es posible disfrutar muy cerca de Buenos Aires, la capital argentina.

El punto de partida del viaje en zorra. (clickear en la imagen para agrandar)Las salidas se realizan por la mañana y, a medida que se va dejando atrás la gran ciudad, los afortunados pasajeros se irán encontrando con paisajes cada vez más despejados. Luego de una hora por ruta, se llega al punto de partida de la travesía, donde estarán esperando las zorras con sus conductores listos para poner en marcha esta aventura.

Después de una breve charla introductoria, se inicia el viaje por kilómetros de vías abandonadas, cubiertas por una alfombra de césped y flores silvestres. El aroma característico del campo no tardará en llegar y el canto de los pájaros se fundirá con el rechinar de las ruedas sobre los rieles.

Durante el recorrido, se podrán apreciar puentes que cruzan arroyos, caminos de tierra y rutas que comunican a los distintos pueblos. También estaciones y diferentes estructuras características del entorno ferroviario, algunas de las cuales se conservan intactas a pesar del paso del tiempo. Todos ellos contarán su historia.

Una de las viejas estaciones de trenes que se visitan durante la travesía. (clickear en la imagen para agrandar)El paseo dará la posibilidad, además, de observar una gran variedad de animales como iguanas, mulitas, nutrias, cuices, vacas y caballos, así como una inmensa variedad de aves.

En el último pueblo, espera a los aventureros una antigua estación restaurada que permitirá apreciar todos los detalles de la típica arquitectura inglesa. Al cabo de un breve recorrido por sus inmediaciones, será el turno del almuerzo en un restaurante de comida casera, que deleitará al paladar con un menú de deliciosos platos criollos: carnes, asados y escabeches. Una particularidad son las entradas que se ofrecen al llegar y la amable atención personalizada de la gente del lugar.

Más tarde, antes de que sea hora de emprender el regreso, habrá tiempo para conocer el pueblo, visitar una antigua fábrica de dulce de leche (aún en actividad) y comprar productos regionales. Los remolones podrán optar por quedarse descansando y escuchando alguna zamba en el quincho del restaurante.

La vista de las vías férreas desde la zorra. (clickear en la imagen para agrandar)

Una estación, al costado de las vías. (clickear en la imagen para agrandar)

El final, con un atardecer a todo color. (clickear en la imagen para agrandar)

 

Más información:
Javier Teti
javier_teti@hotmail.com

 

Otras notas sobre
Buenos Aires - Argentina
Comentá esta nota en Facebook
Envianos un comentario sobre esta nota
Demuestre que no es un robot!