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11 de septiembre de 2008
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La isla de los tesoros

En el Pacífico, frente al litoral de Costa Rica, la Isla del Coco deslumbra con la riqueza de su flora y fauna e ilusiona con las leyendas de viejos botines escondidos por piratas o corsarios.
La isla de los tesoros

El principal atractivo que hace del Parque Nacional Isla del Coco, en Costa Rica, un lugar ideal para descubrir la flora y fauna exóticas, tanto en tierra como en el mar, es su lejanía con la costa. El aislamiento le otorga a la isla características únicas; entre ellas, la de albergar especies endémicas. Por eso es considerada un laboratorio natural para el estudio de la evolución de las especies, al igual que las Galápagos.

Sobre el océano Pacífico, a 535 kilómetros de Puntarenas, a esta isla de origen volcánico se la conoce por su pasado agitado. Fue refugio de piratas y corsarios y también una parada para abastecerse de agua potable. En torno de ella giraron numerosas leyendas de tesoros ocultos que nunca fueron encontrados.

De ballenas, tesoros ocultos, piratas y corsarios

Se dice que la Isla fue descubierta por el navegante español Joan Cabeças después del 1531 y antes de 1542, cuando figura en el planisferio de Nicholas Desliens como Ysle de Coques. La Isla del Coco no tuvo propietario legal hasta 1869, cuando el Presidente de Costa Rica, el médico Jesús Jiménez Zamora ordena enviar una expedición oficial acompañando a un buscador del tesoro llamado William Tucker, tomando posesión de la isla en nombre del Gobierno y del pueblo costarricense en setiembre de ese año 1869.

Por la abundancia de agua dulce, madera, pesca y cocos, durante los siglos XVII y XVIII la isla fue refugio de piratas y corsarios, entre los que se destacan Edward Davis, John Cook, John Eaton, Bennett Graham, Benito Bonito y William Thompson.

La isla también sirvió como sirvió de estación de abastecimiento de agua dulce, madera y leña, así como sitio de descanso de las numerosas tripulaciones de los balleneros que operaban especialmente en los alrededores de las Islas Galápagos.

Otro período importante de la historia de la Isla se refiere al de la época en que se instalaron una colonia penal (1879-1881) y una agrícola (1884-1912). La primera tuvo una vida efímera, pero estableció actividades agrícolas con las respectivas talas del bosque. La segunda fue promovida por August Gissler, quien fue nombrado Gobernador de la Isla del Coco y la cual tuvo un desarrollo variable en el tiempo, con presencia de colonos alemanes.

Entre 1846 y el año 2000 más de 300 expediciones han llegado a la Isla del Coco en busca del Tesoro de Lima, todos ellos portando mapas falsos o información incompleta, incluyendo las 5 expediciones de James Forbes, antiguo finquero de Riverside, quien en la década de 1930 fabricó su propia historia del tesoro, creando un mapa falso y el cuento de que su bisabuelo, supuesto tripulante del mítico Mary Dear, había sido uno de los sobrevivientes, ocultando en un banco de Londres el mapa y la historia del robo. Forbes vivió de su historia desde 1948 a 1960, cuando muere, vendiendo el mapa y una supuesta participación del tesoro a ricos inversionistas norteamericanos.

A votar se ha dicho

La Isla del Coco podría convertirse en una de las nuevas 7 maravillas naturales del mundo: la fundación suiza New 7 Wonders la incluyó en la lista de 300 monumentos naturales del planeta entre los que se realizará una votación internacional.

La votación se realiza en www.new7wonders.com.

El dato curioso

La novela de ficción de Michael Crichton “Parque Jurásico”, que fue la base para la famosa película y sus secuelas, tiene lugar en la ficticia Isla Nublar, que según el escritor pertenece a Costa Rica y se encuentra en el Pacífico a 550 km de Costa Rica. La ubicación de ese lugar de fantasía se corresponde exactamente con la de la Isla del Coco.

Paraíso de buceadores

Uno de los principales atractivos turísticos de la isla, además de las expediciones de exploración a través de densa vegetación, es el buceo. Sumergirse en las aguas que la rodean es una sorpresa continua: orcas, delfines, atunes, manta rayas, ballenas jorobadas, tortugas marinas, y centenares de peces exóticos. Además, la posibilidad de avistar tiburones ballena, de aleta blanca y martillo es tan inquietante como probable.

Los avistamientos están restringidos a 12 buceadores por inmersión, lo que hace única la experiencia. Para los más aventureros, el buceo nocturno es una opción muy recomendada.

La visibilidad del agua es de entre 24 y 30 metros. La mejor época para las inmersiones es la estación seca, entre diciembre y abril. Sin embargo, el clima es bastante parejo durante todo el año.

Consejos para viajeros

Como la isla no tiene aeropuerto, la única forma de llegar hasta allí es en barco. El viaje dura alrededor de 36 horas.

Tampoco cuenta con infraestructura hotelera y no está permitido acampar. La única posibilidad consiste en alojarse en las mismas embarcaciones que realizan los traslados y permanecen ancladas en alguna de las bahías de la isla.


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Más información:
» www.cocosisland.org
» www.visitcostarica.com
» www.turis-tica.com/

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