Himeji, el auténtico Japón

Por Verónica Luna
Como una curiosa ironía del destino, en el país del sol naciente todo es pequeño y grande a la vez. Siendo un estado de escaso territorio, asombra por su desarrollo y evolución. Tiene una larga tradición que es en sí misma atractiva y que se adivina en los símbolos de su cultura.
Himeji es la segunda ciudad en importancia de la prefectura de Hyogo (la primera es Kobe), distante a una hora en tren desde Kyoto. Su ubicación geográfica le dio importancia como lugar de paso de mercancías. Tiene una fuerte impronta de cultura y naturaleza que la convierten en un sitio especial para conocer. Su fama está íntimamente ligada al Castillo de Himeji-jo, que es el palacio más conocido del período feudal y que representa un baluarte de la identidad japonesa.
Es una fortaleza que mantiene su energía a través del tiempo. Construido en el siglo XIV, fue reconstruido a comienzos del siglo XVII, su figura fue adquiriendo cada vez más relevancia por sus características arquitectónicas. Realizado con un gran sentido estético y con un estratégico sistema defensivo, el Castillo está compuesto por 83 edificios. Tiene una torre principal y tres torres más pequeñas, y su fachada realizada en barro y madera y cubierta con pintura blanca, desde lejos, presenta una semejanza con una garza con alas extendidas. Su imagen también fue fuertemente difundida a través del cine, y es uno de los motivos por los cuales es reconocida a nivel mundial.
El Castillo, que sobrevivió a terremotos, guerras e incendios,  está desde hace un tiempo, sometido a tareas de refacción que hacen que algunas partes del edificio (especialmente la torre principal) no estén disponibles para ser visitadas por el público. Sin embargo, su figura es tan emblemática, que está considerado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Para conocer el edificio, desde el centro de Himeji se puede tomar un bus o ir a pie.
La torre principal tiene cinco plantas y un sótano. Alcanza unos 30 metros de altura. Era una torre de vigilancia y está adornada con algunos símbolos de la cultura japonesa como el pescado con cabeza de tigre y espinas en la espalda. Ninjas y guardianes custodian el Castillo y también son blanco de las fotografías de los turistas.
Alrededor de mil cerezos plantados en los alrededores del Castillo, florecen al llegar la primavera. La imagen de las florcitas pequeñas adornando los exteriores del palacio conforman una escenografía idílica que es característica de Japón. Desde el lago que lo circunda, se puede dar un paseo en bote, especialmente en otoño y primavera desde donde se obtienen tomas increíbles. Los paseos se realizan sábados, domingos y festivos y tienen una duración estimada de 30 minutos.
La edificación feudal es el principal atractivo de Himeji. Sin embargo, la experiencia de visitar esta región del país asiático, no se agota en él. Desde meditación, clases de artes marciales, caracterización como princesa, ninja, o miembro de las fuerzas de seguridad, así como la preparación de algunos dulces japoneses, o visitar una fábrica de sake, son algunas de las diversas actividades que se pueden realizar para adentrarse en la cultura nipona.
El zoo es otro de los sitios que puede visitarse. La propuesta consiste en conocer algunas especies variadas como leones blancos, jirafas, osos y elefantes que pueden ser alimentados por los turistas. Se realizan safaris y hay actividades para niños.
Desde el puerto de Himeji se puede visitar un conjunto de islas donde la gastronomía abundante en mariscos, es el principal motivo para recorrerlas. También son ideales para pasar un momento agradable en contacto con la naturaleza. Natación, pesca, senderismo y paseos en bicicleta son algunas de las alternativas para explorar las islas.
Japón es un país atrapante y misterioso. Alejada de las grandes luces de Tokio y sus imponentes edificios, Himeji es un enclave que permite explorar las costumbres más tradicionales, conocer sus raíces y admirar el tesoro cultural que florece en su interior. Así como florecen los cerezos, que también son parte de la identidad de Japón.
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Fotos: everystockphoto.com/Flickr