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18 de diciembre de 2015
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En el regazo de los dioses

Dicen que desde el Monte Olimpo, los dioses regían la vida de los humanos. Pasados los siglos, hoy, el turismo se convierte en la religión por la cual miles de fieles se acercan a disfrutar del norte de Grecia.
En el regazo de los dioses
El monte Olimpo, tan divino como sea posible

por Rodrigo Carretero

Hacia el sur de Macedonia, tierra con historia, ya en territorio griego, en la provincia de Tesalia, se yergue imponente el Monte Olimpo. Mucho, demasiado, se ha escrito y hablado sobre el monte más alto del país heleno.  Entre el misticismo que genera la montaña y el afán de los escaladores, hoy, el turismo se congrega en esta región, generando una fuente de ingreso por demás importante para los pobladores.

Hogar de los antiguos dioses griegos, montaña más alta del país, el Monte Olimpo, ostenta muchos títulos,  pero, sobre todo, se constituye en un gran patrimonio natural de interés para la conservación de las más de 1.700 especies vegetales que allí conviven, muchas de ellas, endémicas. Dada esta característica, fue que en 1938, se creó el primer parque nacional de Grecia. El Parque Nacional de Olimpo tiene una superficie de 4.000 hectáreas conformadas en mayor parte de macizos calcáreos. En sí mismo, el Olimpo no se trata de una elevación única, sino de una cadena montañosa, dentro de la cual destaca la cumbre del Pántheo o Mítikas con sus 2.917 metros de altura sobre el nivel del mar. Otras cimas que están en sus límites, son las de Skolió (2.911 m.), la de Trono de Zeus o Stefani (2.909 m.) y la de Agios Antonios (2.817 m.). La flora se compone, a medida que se eleva,  de pinos, abetos, sauces, plátanos, robles, hayas. Entre las muchas plantas florales, de las más de 23 especies que solamente viven en esta zona, se pueden mencionar: Genista Sakelariadis, Campanula oreadum, Cerastium Theophrastii, pero se destaca la Jankea heldreichii que data de la era glacial. Todo un paraíso para los amantes del avistaje de flora y entornos naturales. Por otro lado, la fauna se ve representada por lobos, chacales, zorros, jabalíes, gamos, armiños, liebres, ardillas, águilas, buitres, halcones, perdices, pájaros carpintero, ofidios, lagartijas. Toda esta riqueza natural se puede apreciar durante las caminatas posibles por entre los diferentes circuitos que serpentean por dentro del parque. Entre ellos, el escalar el Monte Olimpo es el preferido de los andinistas locales. Se precisan dos días para alcanzar la cima y no requiere grandes destrezas ni técnicas, salvo el tramo final. Las estimaciones oficiales hablan de 10 mil personas por año se dedican a desafiar el hogar de los dioses.  El camino suele comenzar en la ciudad de Litochoro, conocida como la Ciudad de los Dioses. Se levanta sobre los primeros faldeos del  y por ruta se alcanza Prionia y es allí donde comienza la escalada, desde los mismos pies de la montaña. Es precisamente en Litochoro o Litójoro donde convine hacer base para conocer toda esta zona de Grecia y la cercana Macedonia. El Olimpo se halla a tan solo 20 kilómetros del pueblo que baña sus pies en las aguas azuladas del Golfo Termaico, por lo que es posible desde cualquier barcito, mientras se disfruta de un exquisito café, relajar la vista y el alma con tan solo girar la cabeza. A un lado, la montaña, al otro, el mar. El hospedaje es variado, dando un punto de distinción aquellos que cuentan con resort, spa y otros lujos. Para llegar hasta aquí, se puede hacer en avión desde Atenas, pero lo más recomendable es recorrer la ruta que cruza el este de la península helénica, donde cada curva descubre paisajes, sin lugar a dudas, creados por la imaginación de los dioses.

Otra de las posibles excursiones desde Litochoro es conocer la antigua Macedonia, cuna de Alejandro Magno. Entre idas y vueltas entre la frontera de los dos países, se puede conocer Dión, la antigua ciudad sagrada, con su parque arqueológico puesto en valor. Se destacan los templos de Zeus e Isis, ubicados sobre manantiales de agua que le confieren un cierto halo misterioso. Del lado griego, se destaca Tesalónica, actualmente la segunda ciudad griega, fue fundada en el año 316 A.C. por el rey Filipo II, ubicada a orillas del Mar Egeo. Es una ciudad alegre y dinámica, heredera  de glorioso pasado romano en el foro o el arco de Galerio, bizantino en su excelente arquitectura religiosa, otomano con la particularidad de que en ella nació Kemal Atatürk, el padre de la Turquía moderna, y sefardí, siendo recomendable visitar el Museo Judío. Sin dudas, Vergina es la gran joya arqueológica del norte de Grecia. Allí fueron descubiertas en 1977, las tumbas de la familia real macedonia. El conjunto se compone de un gran túmulo que acoge tres tumbas reales, sobresale muy especialmente la del rey Filipo II, padre de Alejandro Magno. Para otro día, queda la visita a las bodegas y viñedos. Se destaca  Gerovassiliou, con vinos variados y de excelente manufactura. Como un elemento de interés, en dicha bodega se ubica un interesante museo que expone diverso material ligado al mundo de la enología partiendo de la antigua Grecia y llegando hasta el presente y ostenta la mayor colección del mundo de sacacorchos

Habiendo recorrido, conocido, experimentado, vivido y disfrutado las mieles del placer que contiene todo a su alrededor el Monte Olimpo, el “iluminado”, es sencillo darle la razón a los dioses por haber escogido sin dudas el mejor sitio para establecer su hogar. Cómo, quién, cuándo y por qué sucedió esta historia, es fácil de encontrar la respuesta en miles y miles de otros escritos. 

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