Córdoba es Semana Santa

por Rodrigo Carretero

Desde que el 6 de junio de 1573, Jerónimo Luis de Cabrera diera el puntapié inicial a la ciudad de Córdoba, esta se fue poblando de templos religiosos católicos. La historia de la ciudad es parte indivisible de la historia religiosa de la Argentina. Desde ella surgió la inmensa obra jesuítica o la horrenda tarea de la Inquisición bajo el mando de los dominicos. Ya hacia fines de siglo XIX, el Cura Brochero, hoy ya santo, dejaría su huella indeleble en la fé cordobesa y a principios de la presente centuria, el hoy Papa Francisco viviría entre los claustros de la orden jesuita.

En la ciudad de la fé

Córdoba es la segunda ciudad más importante de la Argentina. Se puede llegar a ella por avión, ómnibus o tren. Las conexiones aéreas directas con los otros puntos turísticos del país y con el exterior hacen que no sea necesario el paso por Buenos Aires. Setecientos kilómetros separan a esta de Córdoba mediante autopista. Sus posibilidades de alojamiento son de las más variadas de Argentina, ofreciendo hoteles de 5 estrellas hasta hostels y departamentos de alquiler temporario. Se recomienda alojarse en el área central o cercano a ella, para luego salir a caminar y dejarse perder por entre los templos, la historia, la arquitectura, las peatonales de esta gran ciudad. Para la próxima Semana Santa (del jueves  24 de marzo al domingo 27) la ciudad y sus alrededores, una vez más tendrán todo dispuesto para la bienvenida de los turistas. Dada la particularidad de la fecha, Córdoba es ideal para realizar el llamado turismo religioso. Desde sus primeros años de vida, la presencia de diversas órdenes religiosas (franciscanos, dominicos, mercedarios, jesuitas, betlehemitas), han ido dejando su impronta en templos, conventos y capillas.

Sin dudas, fueron los jesuitas quienes en mayor medida legaron su obra a la ciudad. Córdoba es sinónimo de presencia jesuítica. No solo en la ciudad, sino también en las estancias de producción diseminadas en el interior del territorio provincial. Por lo tanto es un excelente comienzo visitar la Manzana Jesuítica (declarada Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, junto a las Estancias, en el año 2000). Ubicada en la parcela conformada por las calles Caseros, Obispo Trejo, Vélez Sarsfield y Duarte Quirós, en ella se concentran la Iglesia de la Compañía, la Universidad, el Colegio Monserrat y el mayor tesoro de la arquitectura barroca religiosa americana existente en Argentina: la Capilla Doméstica. Su visita es de carácter obligatorio sin excusas para descubrir su bóveda armada con cañas tacuaras unidas con tientos de cueros, revestida con pinturas y el impresionante altar de madera tallada. La Iglesia es una de las más antiguas del país, contrastando su altar, púlpito y techedumbre , originarios del siglo XVII, junto a la intervención artística italiana del fines del siglo XIX con sus mármoles y ornamentaciones. La sencillez de su fachada no da idea real de la opulencia interior. A un costado de la Iglesia se encuentran los antiguos claustros de la Universidad. En su patio central resalta la estatua del Obispo Fray Fernando de Trejo y Sanabria (fundador donante de la Universidad). Se recomienda tomar allí mismo, una visita guiada por el Salón de Grados y la Biblioteca Jesuítica que atesora antiguos ejemplares de la histórica librería jesuítica. Ya en la esquina de Obispo Trejo y Duarte Quirós, se ubica el actual Colegio Nacional Monserrat, fundado en 1687 por el presbítero Ignacio Duarte Quirós que donó su propiedad. La fachada actual es obra del arquitecto Jaime Roca en el año 1927 en estilo neoplateresco. Cabe destacar que la Universidad de Córdoba fue la primera en el actual territorio argentino (1613) y la cuarta en Latinoamérica, luego de la  expulsión de los jesuitas del Imperio español, pasó a los franciscanos, en 1820 se provincializó y desde 1854 es Universidad Nacional de Córdoba. El mismo derrotero administrativo vivió el Colegio Monserrat.

La presencia eclesiástica femenina también fue pionera en Córdoba, siendo el Convento de Santa Catalina de Siena el primero en su tipo. En el año 1613 ingresaron a sus claustros las primeras 16 novicias. Cerca de allí, el Monasterio de las Carmelitas Descalzas de San José fue fundado el 7 de mayo de 1628 tras donación del solar por parte de Don Juan de Tejeda y Mirabal. Actualmente, conviven el Monasterio de Clausura, la Iglesia de Santa Teresa y el Museo de Arte Religioso Juan de Tejeda (el mejor en su tipo en todo el páis). Dominando el paisaje y en ubicación central, frente a la plaza San Martín se levanta la Catedral. La construcción del actual edificio se comenzó en la segunda mitad del siglo XVIII, terminándose ya entrado el XX. En su exterior conviven diferentes estilos arquitectónicos: el barroco de su domo, el neoclásico en el frente, el art noveau en sus portales de hierro. El interior no es menos opulento. La gran nave central techada con una alta bóveda de cañón corrido se encuentra profusa y armoniosamente exornada por gran cantidad de molduras talladas en madera, el altar mayor, realizado con plata repujada procedente del Alto Perú, conjuga con equilibrio con las elevadas columnas y las esculturas antiguas que representan a varios santos del catolicismo. En su techo, resaltan las pinturas realizadas por Emilio Caraffa.

Circuitos religiosos

Durante todo el año es posible realizar estos diferentes circuitos, pero en Semana Santa se realizan con mayor frecuencia diaria. Tanto el Servicio de Guías de Córdoba, como la Municipalidad de Córdoba ofrecen similares alternativas para conocer desde diversos ángulos la religiosidad de la ciudad. Algunos de estos circuitos son: “La Manzana Jesuítica”, “Cura Brochero”, “Papa Francisco”, “Criptas de Córdoba”, y “Campanarios”. A ellos, el Servicio de Guías le agrega: “Los siete templos”, “Del Buen Pastor”, y “Por las calles de los Jesuitas”. Otras alternativas las ofrecen Córdoba Cultural con sus diferentes caminatas o En Camino, con su ya clásico CityTour con servicio en privado. La última novedad es el “Circuito interreligioso”, un recorrido que abarca 8 templos de la religión cristiana, musulmana y judía. El trayecto se realiza a pie y en cada lugar visitado, una autoridad religiosa explica y comenta detalles de su religión y sus ritos.

Fuera de la ciudad

Siguiendo la temática histórica religiosa, fuera de la ciudad de Córdoba es posible hacer varios circuitos. El más popular es sin dudas “Las Estancias jesuíticas del Norte”. Allí se conocen las estancias de producción de Caroya, Jesús María y Santa Catalina. Todas en perfecto estado de conservación, haciendo posible trasladarse sin mayor esfuerzo al apogeo de los jesuitas entre los siglos XVI y XVII. La ciudad de Alta Gracia, hacia el sur, ostenta otra de estas Estancias Jesuíticas, la Gruta de la Virgen de Lourdes, además de las casas del Che Guevara y Manuel de Falla. La quinta Estancia Jesuítica es La Candelaria, en plenas Sierras Grandes.  Fuera de la tematica religiosa, las Sierras de Córdoba ofrecen múltiples alternativas para recorrerlas a través de sus valles de Punilla, Calamuchita o Traslasierra. También se recomienda recorrer el Antiguo Camino Real.

En Córdoba, tanto ciudad como provincia, todo se puede hacer, y esta Semana Santa que ya se aproxima, es la fecha ideal para sentirse más cerca del cielo porque muchas veces Córdoba se asemeja al paraíso del turismo argentino.

Más información:

Turismo Ciudad de Córdoba: http://www2.cordoba.gov.ar/

Servicio de Guías de Turismo de Córdoba: http://guiasdecordoba.webnode.com.ar/

En Camino, Paseos Temáticos: www.encaminonline.com.ar