Alojamiento, ¿con o sin desayuno?

Como punto de partida hay que tener en mente una serie de cuestiones fundamentales como, por ejemplo cuánto dinero deseamos invertir en el alojamiento, si preferimos salir a comer o no, las excursiones que realizaremos y qué características urbanas y geográficas tiene el destino elegido.

El desayuno incluido es una de las opciones más comunes, también una de las más económicas y prácticas para el viajero. ¿A quién no le gusta este ritual cuando está fuera de casa? Bajar al bar del hotel y saber que hay varias exquisiteces esperando para que comencemos el día es uno de los momentos más esperados de cada viaje. Puede ser americano, continental o bien regional, según el destino y la cadena hotelera.

A la hora de elegir qué tipo de servicio contratar, hay que tener en cuenta en donde está ubicado el alojamiento, ya que si el hotel se encuentra en una zona alejada, quizás sea mejor un servicio más completo. Eso dependerá, en todo caso, del tipo de vida que quieras llevar en destino. Si tu objetivo es recorrer el lugar de punta a punta y no perderte nada de la ciudad, lo más probable es que no regreses al hotel hasta la noche, por lo que sólo el desayuno o, como mucho, el desayuno y la cena incluidos pueden ser tu mejor variante. En tanto, si tu objetivo es tan solo hacer días de playa y descanso, un régimen completo es ideal.

La media pensión (desayuno y una comida –almuerzo o cena-) no es recomendable en sitios en los que hay mucho por probar. Si, por ejemplo, viajas algún destino donde los frutos de mar son imperdibles o donde hay muchas exquisiteces regionales que ameritan una probadita, no lo dudes: elige sólo el desayuno y luego haz un tour por los mejores restaurantes de la zona. Sin embargo, si viajas en familia –y, sobre todo, con niños muy chicos- la media pensión suele ser una solución práctica.

La pensión completa es aquella que incluye 3 comidas (desayuno, almuerzo y cena) y está pensada para los turistas que van a eventos o acontecimientos que les permiten ir y volver del hotel a almorzar. Se da en lugares en donde, además de hotel, el establecimiento funciona como restaurante para la comunidad y las opciones no son amplias. Muchas veces las propuestas gastronómicas son buenas e interesantes. A diferencia del All inclusive, que brinda todas las comidas, bebidas y actividades a toda hora y de manera ilimitada, la pensión completa sólo ofrece tres comidas y con horarios pautados.

Por último, la opción All inclusive, una de las más usadas en el Caribe, es excelente para familias completas que van a hacer días de playa, pero muchas veces hace que uno no se mueva del lugar y no conozca, entonces, las bondades del destino. Es un alivio para el bolsillo y la cabeza porque uno sabe que las necesidades básicas ya están cubiertas y que todo el dinero que lleve lo puede utilizar sólo en lujos, pero también es una atadura que luego muchos lamentan.

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