DINK, uno de los principales atractivos del turismo gay

Por Karen Kesselbrenner
Tener un hijo implica un sacrificio de tiempo y dinero. Y si bien es una experiencia única e inigualable a nivel afectivo, para el crudo mundo de los negocios -y en este caso, para la industria del turismo-, la paternidad es sinónimo de reasignación (y resignación) de horas y recursos que podrían ser destinados al consumo de bienes y servicios ligados al ocio. En otras palabras: el dinero que podría gastarse en unas vacaciones a todo trapo debe ser usado para la compra de pañales, útiles escolares, etc.
Sin embargo, la perpetuación de la especie humana no necesariamente será el fin de los viajes por placer y del derroche en paquetes de vacaciones de lujo. La industria del turismo apuesta a un nuevo pez gordo: las parejas DINK (double income, no kids; o dual income, no kids. O en español: doble ingreso y sin hijos).
La mayor parte de quienes están en esta categoría pertenecen a la comunidad gay. A raíz de la cantidad de dólares anuales que este sector demográfico gasta en pasajes aéreos, estadías en hoteles sofisticados y en actividades de alta gama en general, el mercado comenzó a ofrecer paquetes y servicios destinados a una clientela exigente, pero que puede afrontar el costo de lo más exclusivo en materia de viajes.
Encuestas llevadas a cabo con el objetivo de obtener más información sobre unos de los principales impulsores del turismo (a pesar de la crisis económica mundial) explican por qué cada vez más agencias, especializadas o no, apuestan a proveer ofertas a los aventureros DINK. En primer lugar, son el sector que más viajó en los últimos tiempos. En promedio, las actividades ligadas al turismo a nivel global sufrieron los efectos del golpe a las finanzas, pero según la revista Forbes, hombres y mujeres de la comunidad gay viajan por placer un promedio de tres veces por año. Este es uno de los principales factores por los que se extendió la oferta apuntada a las parejas sin hijos.
También impulsan los viajes de lujo al exterior. En Estados Unidos, el 85% de los hombres homosexuales y el 77% de las lesbianas tienen pasaporte. Algunos de los destinos preferidos son Buenos Aires y Rio de Janeiro (este último vive su temporada alta en Año Nuevo y época de carnaval), dos ciudades latinoamericanas con ofertas muy variadas y una actitud abierta a todos los estilos de vida. Australia, al igual que Argentina y Brasil, también es un polo de turismo gay por su clima cálido y sus espectaculares playas.
Gracias a las uniones civiles y el matrimonio igualitario, dos instancias que están legalizándose en varios países del mundo, el sector del turismo dedicado a las lunas de miel también aprovecha el fenómeno DINK. Así que las suites matrimoniales de las locaciones más románticas ya están diversificando el tipo de recién casados que alojan.
Sin embargo, no todo es derroche en la vida de las parejas sin hijos. El blog http://www.dinksfinance.com/ ofrece tips e información sobre una variedad de temas, desde vínculos y hobbies hasta economía personal y planes de jubilación. Beneficios que pueden resultar en más opciones para seguir recorriendo el mundo de acuerdo al presupuesto y las necesidades de cada viajero.