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03 de noviembre de 2008
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Hasta los huesos

En los mayores aeropuertos del mundo se están implementando scanners para personas y la polémica no tardó en instalarse, ya que estos aparatos muestran la imagen desnuda de cada uno de los pasajeros.
Hasta los huesos
Sin duda, luego del 11 de septiembre el mundo no volvió ni volverá a ser el mismo. Los aeropuertos y los aviones se volvieron terreno peligroso a los ojos de los responsables de la seguridad y de los usuarios. En función de protegerse y protegernos, en varias terminales aéreas se implementaron controles nunca antes pensados para desmantelar cualquier ataque o amenaza: los scanner de equipaje siempre se utilizaron, pero en los últimos tiempos lo que se escanea son personas.
Uno de estos scanner corporales- que ya funcionan en Estados Unidos, Inglaterra, Suiza y Holanda- se está por poner en funcionamiento en el aeropuerto de Melbourne, Australia, como parte de un mecanismo de seguridad. El aparato que, por medio de rayos x, puede ver a la persona desnuda ha sido criticado, ya que exhibe detalles de los cuerpos de los pasajeros. Según varios detractores del proyecto, su uso viola la intimidad.
Sin embargo, quienes lo apoyan observan que es necesario para detectar amenazas y afirman que las partes íntimas y la cara de las personas serán mantenidas borrosas. En estos días, esta máquina, que permite ver a través de la ropa, está siendo probada con los pasajeros que quieran someterse al experimento.
Un dato para nada menor es que el scanner no hace daño: tiene menos radiación que un teléfono celular y puede mostrar cualquier objeto de cualquier material que esté bajo la ropa o escondido en el cuerpo de la persona. Encontrar armas y frenar el contrabando de drogas son los principales fines de este controversial aparato. También se está testeando cuánto tiempo demanda por persona y si eso afectará el movimiento de pasajeros por los puntos de seguridad de las terminales. El proceso no pretende que la persona se quede quieta; sólo debe caminar lentamente por atrás del censor y la imagen es capturada (es importante aclarar que la misma no puede ser guardada y una vez que el pasajero pasa, ésta desaparece). Según los precursores de este procedimiento, va a tomar tiempo hasta que la gente se sienta cómoda y entienda que el proceso no acarrea ningún peligro físico.
Así, por ejemplo, en la Unión Europea el tema acarreó acalorados debates. Muchos piensan que la utilización de este procedimiento es una seria amenaza a la dignidad humana y obliga a las personas a realizar cosas innecesarias en contra de su voluntad. De hecho, varios países europeos aclararon que, de aprobarse el proyecto, el paso por el scanner será voluntario y los usuarios podrán elegir entre un control manual o pasar por el polémico aparato.
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