Una mujer sola en moto por el mundo

Por Guadalupe Araoz
En esta ocasión me han pedido que escriba sobre mí como autora del blog www.HastaProntoCatalina.com y sobre este primer proyecto en moto que estoy encarando. Escribir sobre uno es difícil y me pareció un poco ridículo hacerme una entrevista a mí misma; por ello, he consultado con otras personas qué les gustaría que conteste. Una vez tuve las preguntas, las respuestas surgieron de forma natural y quedaron sin retoques. Si tienen más consultas los invito a dejar un comentario.
¿Qué te llevó a tomar la decisión de recorrer el mundo y por qué en motocicleta?
Desde pequeña sentí curiosidad por otras culturas y la naturaleza. Desde los siete años que leo mucho y eso me llevó de niña a viajar por el mundo y en el tiempo a través de la imaginación. De grande mi vida comenzó a girar, sin darme cuenta, en torno a las vacaciones. Era capaz de comer arroz y fideos por un año con tal de vivir una aventura en algún rincón del mundo. Cuando comencé a trabajar haciendo uso de mi título en economía, esto no cambió. Prefería no negociar demasiado el sueldo pero lograr un mes de vacaciones.
A principios de 2012 fui tres meses al psicólogo y él me preguntó qué haría si pudiera elegir lo que quisiese. Le respondí que escribiría, viajaría, me perfeccionaría en fotografía y ayudaría a otros. Pero esto no era posible en mi mente ya que pensaba que jamás lograría independencia económica de esta forma. En junio del mismo año, me encontré en Israel con un personaje que me hizo cambiar de idea. Él provenía de una familia muy pobre y había logrado recorrer el mundo vendiendo artesanías y diseños a joyerías. Tenía un talento increíble para su profesión y me dijo justo lo que necesitaba oír: “lo que hace falta es que hagas algo que te guste tanto como para poner todo tu empeño y que el resultado le guste a alguien más, no necesariamente a vos”.
Al retornar a Argentina decidí renunciar a mi trabajo, armar mi blog y volar a Asia el primero de abril de 2013. Me daba un año como límite para lograr escribir para revistas de viajes. Al año volví accidentada y logré vivir escribiendo. Fue el momento en que debía decidir qué hacer pero no tenía dudas: iba a seguir viajando y trabajando en mi blog.
En Indonesia aprendí a manejar motos y recorrí varias islas así. Luego del accidente en Camboya, que fue en moto, no estaba segura si iba a ser capaz de volver a subirme a una. Sabía que tenía que ser rápido porque si dejaba pasar el tiempo no iba a animarme. Andar en moto fue uno de mis grandes placeres en Asia, tanto por las sensaciones, la conexión con lo que te rodea, como por la libertad que te da para recorrer los lugares. El próximo viaje debía ser en moto. Así comenzó en febrero de 2015 mi travesía por el continente americano.
Cuando viajas, ¿planeas tu itinerario por adelantado o simplemente te dejas llevar por los acontecimientos y las ganas del momento?
Planeo mi itinerario pero por encima, dejando flexibilidad para imprevistos. Cuando comencé a viajar, de chica, si todo no salía de acuerdo al plan me ofuscaba un poco. Hoy en día es al revés: amo los imprevistos porque me llevan a lugares impensados y a vivir aventuras.
Para este viaje sé el orden en el que recorreré los países del continente pero preparo cada uno antes de ingresar a él. Y si este orden termina cambiando, porque surgió alguna invitación tentadora o me obliga la naturaleza (por ejemplo la erupción del volcán en Chile), termino optando por hacer zig-zag. Casi he convertido el zig-zag en una forma de viajar patentada. Si ven mis mapas de viaje se darán cuenta.
Los países nos suelen gustar de acuerdo a la experiencia personal de cada uno. Respecto a ello, ¿cuál fue el momento más memorable y cuál el peor?
Memorables hay muchos y realmente no soy capaz de decidirme entre uno u otro. Los peores supongo que han sido los primeros minutos sola del accidente en Camboya y aquellos momentos donde he pasado frío intenso, hambre o he dormido en estaciones de buses e incluso en la calle (una sola vez). Recuerdo que sufrí mucho en el tramo en moto de Río Grande a Río Gallegos. Llovía, eran caminos de ripio, el viento soplaba, tenía tanto frío que no sentía las manos y ni siquiera parándome en la moto lograba no dormirme. Por suerte esos días sólo quedan como anécdotas. Aprendí mucho de mí misma gracias a ellos, también del mundo y sobre el manejo de la moto en situaciones un poco extremas.
Los mejores tienen que ver con la solidaridad de la gente y con la conexión con la naturaleza. Desde aquel chico que me alojó en Indonesia con su familia porque me vio caminando sin rumbo, la noche cocinando con su madre y hablando con señas, la conexión con los niños al ver sus sonrisas cuando se ven en fotos, todo el apoyo que me brinda la gente que me lee (cuando me escribió un maestro diciendo que le leía algunas cosas a sus alumnos se me escapó un lagrimón), mis horas de ruta conmigo misma, el volver a escuchar la voz de mis amigas y mi mamá por Skype, los encuentros y la calidez de muchos moteros que me reciben, la caricia de un animal salvaje, los colores de la selva… realmente creo que no termino de enumerarlos y siempre llega algún otro que me sorprende. No hay uno, son miles. La balanza da positiva sin lugar a dudas.
¿Dónde tuviste tu mayor choque cultural y por qué?
Podría decir China pero la verdad es que el mayor choque lo tuve al volver a Argentina, mi país. Cuando uno se va de viaje por un período largo espera un cambio cultural al llegar a otro lugar. Pero al volver, se tienen conciencia de todo lo que uno ha cambiado internamente mientras que en tu propio país todo continúa de forma similar a como lo dejaste. Aparece la poca difundida “depresión post viaje” sobre la que escribí en mi blog y que tiene cantidad de comentarios confirmando que somos muchos los que la hemos sufrido. Al retornar, hay que volver a construir un espacio con la familia y las amistades, en la que el “nuevo yo” se sienta cómodo y que permita respetar los cambios internos que tuvieron lugar en uno. A mí me llevó un par de meses entender lo que pasaba y aprender cómo resolverlo. Me pregunto como será volver por segunda vez.
Algo que hayas aprendido viajando que te haya marcado y algo aprendido gracias a viajar específicamente en motocicleta.
Aprendí que la felicidad es algo que se decide en el ahora y no que se construye a futuro; que hay gestos, como la sonrisa, que forman parte del idioma universal logrando empatía; y que todas las acciones que uno realice retornan con la misma energía, por eso es incluso inteligente ayudar y hacer buenos actos. Viajar en motocicleta me confirmó la solidaridad que existe en el mundo y me enseñó a recibir sin sentir vergüenza por ello y a agradecer. Además, también aprendí que como mujer no tengo límites más allá de los que me ponga yo misma; me ha dado una seguridad enorme en mí misma y eso es lo que me permite hacer lo que hago.
Cómo te cambió comenzar a viajar.
Me volvió positiva y alegre, más sana (me enfermo mucho menos) y mejor persona. Claro que cometo errores y pifio en muchas cosas, pero aprendo sobre ello y cada día mejoro un poco más. Viajar también me hizo ver que lo importante es compartir lo que uno aprende y escuchar al prójimo, así todos crecemos. Por ello me volví más receptiva con aquellos que necesitan hablar e intento a la vez contar lo que pienso por si le sirve a alguien más. Creo que se crece en sociedad y que es importante ayudarnos entre nosotros.
Algunos viajeros sentimos que van quedando pedacitos nuestros en cada lugar que visitamos y pedazos del lugar dentro nuestro. Así, nos sentimos un poco de todos lados pero a la vez de ningún lado del todo. ¿Te sucede lo mismo?
Totalmente. Es un gran dilema, al menos en mi caso. No pertenezco a ningún lugar del todo pero llevo un poco de cada uno dentro. Esto puede derivar en extrañar donde no estás y recordar siempre con una sonrisa cada parte del mundo que visitaste. Mejor si el pensamiento y el recuerdo se utilizan para algo positivo, pudiendo disfrutar donde se encuentra uno en el presente. Aunque admito que es un entrenamiento mental difícil.
¿Cuál fue el reto más grande del viaje?
Primero, bloquear los pensamientos negativos en cuanto a accidentes en ruta que me traían lapsos con visualizaciones bastante feas a raíz de mi experiencia en Camboya. Después, lograr hacer frente al frío ya que mi cuerpo apenas soporta temperaturas bajo los 10 grados. En tercer lugar, el aprendizaje con la moto, ya que no soy endurista y hay terrenos que con la carga aún hoy me resultan difíciles. En cuarto lugar, poder viajar en moto con un presupuesto muy bajo pagando gasolina y comida. Y por último, lograr llevar mi blog al día a pesar de viajar rápido, no pagar hospedaje y tener muy poca conexión a internet. No decido cual de los cinco es el más importante porque el primero me costó mucho y los otros cuatro se alternan según el país.
Me gustaría que nos cuentes sobre las ventajas y las desventajas de viajar en motocicleta siendo mujer.
Tendría que ser hombre para poder comparar, porque no me queda claro si es por ser mujer o por ser motera. Las ventajas de ser mujer creo que son las mismas viajes en lo que viajes. La gente del camino intenta protegerte más porque piensan que una corre con desventaja. Sobre todo las mujeres me han apañado cuando he tenido algún problema. Si te pasa algo en un camino transitado la gente para a ayudarte si sos mujer; si sos hombre es un poco más complicado sobre todo en países con inseguridad alta. La desventaja para mí es la altura y la mecánica. Aún no he tenido que cambiar una cámara pero hay algo que no puedo negar: tengo mucha menos fuerza física por lo que necesito tener más técnica, tiempo y maña. Además ser baja hace que también necesite técnica para manejar lento o mover la moto en seco. Hay caminos que me complican el manejo y más si necesito ir lento.
Mides 1,58 metros, ¿Consejos para futuras pilotos con una estatura similar?
Probar la moto antes de comprarla y adquirir técnica ya sea en cursos con pilotos o hablando con gente que viaje mucho para luego comprobar los consejos que les den. Es importante aprender cuando uno está tranquilo cerca de casa en vez de en viaje. Yo tuve suerte porque sabiendo muy poco llegué a Ushuaia; pero allí realmente es importante saber manejar bien porque los vientos patagónicos son peligrosos. Lo mismo pasó con el ripio de la ruta 40 y con los pocos caminos con bancos de arena que crucé. Si no te sentís segura para mí lo mejor es, mientras no estés en ruta, ir bien lento. Mejor lento pero seguro que rápido y accidentado. La primera regla es comerse el orgullo y pedir ayuda si uno tiene dudas.
¿Qué consejo darías respecto a qué llevar en el equipaje? ¿Algo para el alma?
Lo menos posible para no dañar amortiguación y facilitar el manejo. La tecnología hoy en día permite comprar toallas dry fit que casi no ocupan espacio, micro polar, ropa térmica y el Kindle para no tener que cargar con libros. El equipaje depende del viaje. Lo que me parece indispensable son las herramientas, cámaras de repuesto, inflador y un botiquín adecuado a la zona que se recorra. La ropa se debe secar rápido y ocupar poco espacio. Para el alma música y libros (e-books), lo demás me lo da la moto, la naturaleza y la gente.
Ahora mismo estás realizando un proyecto nuevo.
Sí, “Latinoamérica en Dos Ruedas”. Estoy pasando por todos los países del continente latinoamericano, excepto las islas, hasta México. Luego el segundo proyecto será Norteamérica (USA, Canadá y Alaska). Las islas en principio quedan descartadas pero si consigo un barco carguero que me suba a Sami (moto) también iré. El viaje es en zig-zag y a algunos países solo entro por muy poco tiempo pero otros los recorro mucho más. Depende de cómo se vaya dando el viaje, si tengo compromisos en alguna ciudad con una fecha determinada y cuanta curiosidad me produzca el país.
¿Cómo te mantienes económicamente?
Vivo con 300 USD por mes que tienen que cubrir gasolina y comida. El hospedaje no lo pago. Hago Couchsurfing, acampo, voy a los bomberos o me quedo con familias que me ofrecen quedarme con ellos a través de contactos o grupos moteros (siempre con recomendación de quienes conozco). Los 300 USD los gano escribiendo para revistas de viaje y con esponsoreo. No es mucho pero alcanza para lo básico. Para los arreglos de Sami vengo teniendo suerte, me han ayudado mucho en casi todos los lugares en los que paré.
¿El próximo viaje?
El viaje ya forma parte de mi vida. Por ello no puedo hablar de “un próximo viaje” aunque sí del próximo país o continente. Mi cabeza aún no se decide cuál vendrá luego así que quedará como sorpresa a resolver cuando termine América. Les contaré en mi blog.
¿Un mensaje?
Es importante aprender a ser felices en el presente, apreciando y amando lo que tenemos y lo que nos rodea. Es completamente compatible con armar un futuro y pensar hacia delante.  Si no aprendamos a ser felices hoy, es muy difícil que lo seamos cuando alcancemos nuestras metas. Eso es algo que me enseñó la ruta. También me hizo darme cuenta que cuando hacemos lo que nos gusta mejoramos el mundo y nos mejoramos a nosotros mismos. Creo que se debería hacer mucho más hincapié en la elección de la carrera y en la libertad de cambiar en cualquier momento de la vida.
Con estas palabras me despido hasta el próximo artículo. Si quieren saber más sobre el viaje los invito a ingresar a  www.HastaProntoCatalina.com.