Ritos, costumbres y curiosidades de Año Nuevo en el mundo

Por Cynthia De Simone
Agua, fuego, platos rotos y limpieza energética. Para recibir el Año Nuevo hay tantos rituales y costumbres, como países. Algunos por cierto, muy curiosos. Pero todos con un objetivo en común: atraer el amor, la prosperidad y los buenos augurios. En Todo para Viajar te contamos cómo son las celebraciones más originales cuando el reloj marca las doce de la noche y un nuevo ciclo comienza: ¡A celebrar!
Beso a beso: en Francia, cuando el reloj marca las doce de la noche, muchas parejas se funden en un beso apasionado bajo la luz de la luna. Es su apuesta romántica para el próximo año. Esta tradición se remonta a la época romana, cuando durante el festival de Saturnalia, con fecha cercana al Año Nuevo, todos los asistentes se besaban.
En Estados Unidos, la leyenda asegura que si las parejas no se besan justo a la medianoche del último día del año, tendrán asegurados 365 días de soledad. Por si acaso, son muchas las que se acoplan al ritual. Por último en Venecia, se celebra con un gran beso multitudinario en la Piazza de San Marcos, un lugar ideal para recibir el nuevo año en pareja.
Billetes de la fortuna: en Colombia, la creencia popular asegura que para atraer dinero en el transcurso del año entrante, hay que sostener un puñado de billetes con la mano izquierda al llegar la medianoche. En Ecuador, la cábala consiste en poner un billete de alta denominación en el zapato derecho. Mientras que en Chile también recomiendan sumarse a este ritual para atraer la buena fortuna.
Aguita fresca para todos: para librarse de los problemas de la Nochevieja, algunas familias en Puerto Rico arrojan cubos con agua por la ventana apenas suenan las cero horas. La intención de este acto es purificar las calles para recibir lo nuevo y bueno que vendrá. El Año Nuevo tailandés, conocido como Songkran (“paso astrológico” en sánscrito) se realiza entre el 13 y 15 de abril y es mundialmente famoso por los festivales de agua. El ritual incluye el cierre al tránsito de avenidas y calles principales que funcionan como escenario de batallas de agua. Desde lo simbólico, el agua representa la limpieza de los pecados personales y también de la mala suerte.
Dame fuego: para los escoceses es muy sanador quemar los malos espíritus del año y comenzar el próximo renovados. Para ello invocan al poder purificador del fuego y en algunos pueblos encienden barriles con alquitrán y los hacen rodar por las calles.
Entre el 30 de diciembre y el 1 de enero celebran en Edimburgo el Hogmanay, el fin de año escocés que atrae a más de cien mil personas. El festival combina tradiciones paganas y ancestrales alrededor del fuego: desfiles de antorchas, fuegos artificiales y chimeneas humeantes. De este modo, ahuyentan los malos espíritus y arrancan con ilusiones renovadas.
Platos rotos: los daneses dan la bienvenida al nuevo año de una forma muy original y catártica. La tradición manda romper los platos contra la puerta de entrada de los seres queridos,tras la cena de Nochevieja. La acción representa cariño y buenos presagios para el año siguiente, de modo que quien encuentra varios platos rotos al salir de su casa, lo toma como una señal de que tiene muchos amigos que lo quieren.
Tradición romana: durante la "Notte di Capodanno" en la mesa de los italianos nunca puede faltar un buen plato de lentejas. ¿La razón? Las consideran un ícono del dinero y la riqueza. Esta costumbre gastronómica provienede los viejos romanos, quienes a principio de año repartían la legumbre con la intención de que se convirtieran en monedas de oro. De a poco, el hábito se extendió por España. El mito indica que cuantas más lentejas se comen, más dinero se gana. En Colombia el ritual consiste en colocar lentejas crudas en los bolsillos como símbolo de abundancia económica. Los chilenos acostumbran a comer una cucharada de lentejas cocidas dentro de los primeros minutos del nuevo año: con este gesto buscan atraer la prosperidad.
Amarilla o roja: una costumbre muy extendida en varios países de Latinoamérica es usar ropa interior amarilla o roja. Para llamar al dinero y la buena suerte, los colombianos visten prendas íntimas de color amarillo del lado del revés. Igual color se utiliza en Perú, Ecuador y México y con la misma finalidad. Si la idea es caer bajo la influencia de Cupido, el color rojo se impone en la mayoría de los casos, aunque en Chile para tener éxito en el amor eligen el amarillo. En Italia, durante la cena de San Silvestro, muchas mujeres reciben como regalo lencería roja. Lo mismo sucede en España para Nochevieja. Ambas culturas comparten la idea de que esta ofrenda les traerá buena suerte en el año entrante. En la Edad Media, el color rojo se asociaba con el demonio, la sangre y la brujería.
Doce uvas: el ritual de las uvas cambia según la idiosincrasia. Los españoles comen una uva por cada campanada que da el reloj de la Puerta del Sol, en Madrid cuando llegan las doce de la noche del 31 de diciembre. Se cree que esta costumbre tiene su origen en Elche, en 1909, cuando los viticultores de la región alicantina del Bajo Vinalopó, la iniciaron para deshacerse de un excedente de cosecha. En Colombia, la tradición es comer una uva por cada mes del año y pedir un deseo. Los ecuatorianos también siguen el rito pero doce minutos antes de la medianoche.
Cena entre tumbas: desde 1995, el municipio chileno de Talca abre las puertas del cementerio local para que los ciudadanos puedan pasar la Nochevieja junto a los seres queridos fallecidos. Esta propuesta tan original como exclusiva fue elegida como la celebración más “extravagante” del mundo entre 7200 usuarios de la red social Badoo. En la encuesta participaron usuarios de 18 países diferentes. Para crear un clima acogedor, los administradores del lugar reciben al público con música clásica y los patios bien iluminados.
La casa por la ventana: en el sur de Italia, aun hoy persiste una milenaria y curiosa tradición que consiste en arrojar algunos muebles por la ventana al llegar la medianoche del 31 de diciembre. Esta costumbre obedece a la creencia de que al lanzar objetos viejos o muebles en desuso, las personas se liberan de todo lo malo que pudo sucederles durante el año. De ahí surge la famosa frase “tirar la casa por la ventana”. En las ciudades donde se realiza esta práctica (Nápoles, Sicilia y Calabria) el día previo a la Nochevieja, se vacían las calles y se establece un horario fijo para que los transeúntes no se choquen con un sofacama o un piano de cola al salir de sus casas.
Plomo en el agua: después del tradicional brindis de la medianoche, en Alemania se realiza el Bleigießen, que quiere decir “vertido de plomo”. La técnica consiste en verter una pequeña figurita de plomo fundido en una cuchara que se calienta con la luz de una vela hasta fundirse. El líquido obtenido se vierte en un recipiente con agua fría donde adquiere una forma sólida que después va a ser interpretada como señal del futuro del año que comienza. Con la forma caprichosa que resulte de la mezcla, se podrá predecir el futuro para el próximo año. Para practicar este ritual, las familias se reúnen a la mesa y cada persona debe intentar determinar lo que la figura quiere decir, con la ayuda de un listado que contiene el kit del Bleigießen (estas figuritas se venden listas para ser usadas y con una lista de las posibles lecturas de la forma resultante) Por ejemplo, un corazón significa éxito en el amor, un anillo, boda cercana; una flor, amistades nuevas y un barco, un viaje a la vista. Para participar de esta costumbre lúdica, hay que comprar el kit en cualquier supermercado o almacén de Alemania.