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16 de diciembre de 2016

Costa Rica, la riqueza del turismo

Es uno de los destinos ecoturísticos más importantes del mundo. El patrimonio natural es su principal atractivo. Su territorio se caracteriza por ser uno de los de mayor biodiversidad del planeta.

Por Verónica Luna
Tiene una ubicación privilegiada. Como si la providencia hubiera querido dotarla con rasgos especiales, Costa Rica emerge en el mapa de Centroamérica con una posición destacada. Quizá no posea una gran superficie, pero la que tiene, es suficiente para destacar entre sus vecinos. Pero fundamentalmente, es suficiente para concentrar un amplio fragmento de pura vida.
Sus orillas son bañadas por aguas distintas. Por un lado, el Pacífico golpea la costa occidental, mientras que el este, es el Mar Caribe el que bendice su litoral. En el medio, la selva y una biodiversidad de 5% mundial pone al país entre los 20 de mayor fortuna en la materia. Se estima que la nación centroamericana es el hogar de cerca de un millón de especies silvestres.
Los volcanes también forman parte del patrimonio natural de Costa Rica. Su territorio pertenece al área conocida como Cinturón de Fuego del Pacífico. Cuatro cadenas montañosas presiden la parte central del país. Allí se encuentran los 8 volcanes más activos. Entre ellos destaca el Arenal, que es el más conocido porque es uno de los más activos del planeta. En su entorno, no sólo puede observarse un hermoso paisaje, sino que se encuentran aguas termales y un ámbito propicio para la práctica de deportes de aventura. Es parte del Parque Nacional del mismo nombre, creado en 1994.
Esta región central del país es la más visitada turísticamente. A la vista del volcán Arenal, en cuyos laterales en ocasiones pueden apreciarse ríos de lava, se suman el volcán Poás, en cuyo cráter se encuentra un lago de azufre hirviendo, y el Rincón de la Vieja, donde se encuentran piscinas de barro termal que son el deleite de los turistas.
San José es la capital del país. Rodeada de cadenas montañosas, y a 1200 metros sobre el nivel del mar,  goza de una temperatura agradable durante todo el año. Como toda ciudad capital tiene el dinamismo que le otorga la diversidad de medios de transporte, el ritmo acelerado, los centros comerciales, museos y atractivos culturales. Entre los museos se destaca el de Oro Precolombino, ubicado debajo de la Plaza de la Cultura, que contiene piezas que datan del 500 a.C. También están entre los imperdibles el de Jade y el de los Niños.
Costa Rica cuenta con 17 parques nacionales y 7 reservas biológicas. Entre ellos se destaca el  Parque Nacional Tortuguero, que es uno de los más llamativos y particulares. Es un espacio natural que se caracteriza por la presencia de bosque tropical húmedo, es una de las zonas más lluviosas del país, canales, ríos y lagunas y es el sitio donde anida la tortuga verde, una especie en vías de extinción.  Las tortugas marinas llegan hasta sus playas para el desove, brindando un espectáculo de vida y naturaleza que asombra. También es el lugar donde habitan caimanes, monos, jaguares, y más de 300 especies de aves.
Para llegar al Parque Nacional, hay que viajar 80 kilómetros desde la ciudad de Limón, en el noreste del país hasta la localidad de Tortuguero. Esta población cuenta con apenas unos 600 habitantes. El trayecto desde San José, la capital del país, hasta Limón, por la vía terrestre demanda casi cuatro horas. En avión, es un vuelo corto de apenas 30 minutos que funciona de mayo a noviembre. El traslado a Tortuguero en lancha demanda varias horas. En ese pequeño poblado se puede conseguir alojamiento.
Las excursiones a la selva se recomiendan realizarlas siempre con guías, ya que la abundancia de la vegetación hace que sea muy fácil extraviarse. El avistamiento de fauna es una de las experiencias más gratificantes. Se pueden observar además de una vegetación nutrida, y exótica como las orquídeas, una fauna donde son habituales los monos, los armadillos, cocodrilos y un sinnúmero de aves, donde abundan los tucanes y guacamayos.
El buceo en la costa pacífica de Costa Rica, es otra de las actividades que más atractivo generan. Posee un litoral también con una gran diversidad biológica. A 532 kilómetros de la costa, la Isla del Coco, es otro de los oasis para los buceadores. Especies como delfines, ballenas y tiburones, entre muchas otras, regalan una experiencia singular para los que gustan de sumergirse en las profundidades marinas. En cambio, para los que disfrutan de actividades sobre el agua, la práctica del surf también encuentra un destino ideal.
Costa Rica es vida. Su naturaleza abundante, diversa, infinita, la convierten en una quimera ideal para quienes disfrutan del ecoturismo.
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Fotos: Pixabay.com