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09 de enero de 2017

Desde el cielo: Segovia en globo

Con la única premisa de que el viento acompañe, la antigua ciudad española de Segovia se deja descubrir desde las alturas. A bordo de un globo aerostático, cual viejo cartógrafo que imagina y dibuja las geografías, los visitantes pueden disfrutar de un tesoro natural y cultural que merece ser visto en detalle.

Desde el primer vuelo tripulado en 1783, los globos aerostáticos gozan de buena fama: son gigantescos soportes publicitarios sin competencia visual, una de las formas más seguras de volar y, poco a poco, lejos de integrar la lista de los deportes de riesgo como en sus orígenes, comienzan a instalarse como una verdadera atracción turística.

Una muestra de ello es la novedosa oportunidad de conocer Segovia a través de un pintoresco viaje en globo. Dicen que si hay un lugar en Europa para recorrer en detalle es esta ciudad española, al menos eso parece si uno se deja llevar por las características que presenta su territorio.

Capital de la provincia de su mismo nombre, Segovia está integrada en la Comunidad Autónoma de Castilla y León y situada en el interior de la Península Ibérica, próxima a Valladolid –la capital autonómica– y a Madrid –la capital estatal–, lo que permite llegar hasta ella con facilidad. Su paisaje natural se define por secas llanuras, tierras de pinares, valles y una amplia zona de sierra. Construida a más de mil metros de altitud, en la región de Castilla, luce un casco histórico rodeado de campanarios, torreones y murallas.

Tanto tiene para ofrecer –es “una ciudad para ver despacio”, dicen sus habitantes– que conocerla desde el cielo es una opción más que recomendable. ¿Es posible lograrlo? Sí, existe una inusual, pero no por ello menos atractiva, forma de recorrer esos relieves de piedra y arboledas. ¿Cómo? Desde un globo aerostático; sin dudas, una tribuna de lujo para apreciar todas las particularidades de una ciudad declarada patrimonio de la humanidad en 1985, que recibió reconocimientos oficiales por su riqueza artística y monumental.

Paño de reyes

Según cuentan los historiadores, la ciudad fue abandonada tras la invasión islámica y repoblada, a partir de los años finales del siglo XI, por cristianos procedentes del norte de la Península Ibérica y de los Pirineos. El tiempo de esplendor para Segovia llegó en los finales de la Edad Media, cuando colonizó un amplio territorio y desarrolló las bases de una poderosa industria pañera, que haría su fama en siglos posteriores.

Además, fue corte de reyes de la Casa de Trastámara y, finalmente, el 13 de diciembre de 1474, el pueblo segoviano fue quien proclamó reina de Castilla a Isabel la Católica. De esta manera, familias aristocráticas y orgullosos fabricantes de paños compitieron a lo largo de los siglos XVI y XVII en la construcción de palacios urbanos con impronta de arte gótico, que dejó en ella monasterios y conventos notables.

La derrota de las ciudades castellanas en la Guerra de las Comunidades, y el empobrecimiento subsiguiente, hicieron que esta ciudad, una de las que mejor ha sabido guardar entre sus gastadas piedras la esencia de Castilla, haya llegado hasta nosotros con su belleza apenas alterada.Un itinerario para conocer en detalle

Un itinerario para conocer en detalle

Esa mezcla de bellezas naturales y arquitectónicas hace de Segovia una región que merece ser recorrida en su totalidad e invitan a reconstruir desde lo alto itinerarios que a través de otros medios de transporte se verían completamente distintos. Por eso, nada mejor que la conjugación de sensaciones -entre tranquilidad, aventura y libertad- que brinda un viaje en globo.

En la ciudad española se destacan sus iglesias románicas y sus murallas. Pero son tres los lugares que sobresalen por su importancia histórica y territorial. El Acueducto, construido entre la segunda mitad del siglo I y comienzos del siglo II, es una de los obras más características que dejaron los romanos y uno de los monumentos emblemáticos de la ciudad. La Catedral, la última de estilo gótico que se construyó en España, se encuentra en el punto más alto de la ciudad y comenzó a levantarse en 1525, bajo el reinado de Carlos V. Finalmente, aparece el Alcázar (residencia real que primero fue fortaleza por su ubicación estratégica, ya que se asienta sobre una elevación rocosa recortada a modo de proa), que se alza en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores y que fue marco de numerosas e históricas celebraciones.

¿En que consiste el paseo en globo?

La aventura comienza temprano, cerca de las 7 de la mañana. Cada pasajero cumple una función en el montaje e inflado del globo. Tras breves explicaciones sobre cómo colocarse en el despegue y en el aterrizaje, comienza el viaje.La duración aproximada del paseo es de una hora y media. Al finalizar el recorrido, habrá un picnic para recargar fuerzas. Desde la primera llama que inflará el globo, hasta el último soplo de aire que lo hará aterrizar, transcurren cerca de tres horas.

El precio por persona ronda los 155 euros y la cantidad de viajeros varía entre dos y diez. Los que saben aconsejan llevar ropa cómoda, gafas de sol y cámara de fotos o de video, imprescindible para inmortalizar una experiencia inolvidable.


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Más información:
www.globuskontiki.com