Viernes 29 de Marzo de 2024

Logo
11 de junio de 2008

Lujo francés

A orillas del río Loira, el más largo de Francia, se encuentran cientos de castillos que reflejan la opulencia gala entre los siglos XV y XVIII, una época que, sin dudas, marcó la historia del mundo.

El Valle de Loira (Vallée de la Loire) es uno de los rincones con mayor valor cultural e histórico del mundo, por eso fue nombrado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. En esta región francesa, los palacios, castillos y abadías se multiplican, mostrando los ideales de belleza y proporción del Renacimiento y el siglo de las Luces.

Cargadas de leyendas peculiares, ligadas a artistas famosos, escritores y monarcas que quedaron inmortalizados en libros de historia o en el sentimiento popular, estas obras arquitectónicas abarcan un gran número de estilos, ya que no todas pertenecen al mismo período. Algunas de ellas datan del siglo X, mientras que las más recientes fueron construidas a fines del siglo XVIII.

Caprichos reales

La historia de Francia, sobre todo hasta la Revolución Francesa, siempre estuvo ligada a los excesos y monumentales caprichos de sus monarcas. Y el Valle de Loira fue, desde tiempos inmemoriales, el lugar predilecto de la monarquía para construir ostentosos palacios a la vera del río. Por supuesto, los nobles también construyeron sus residencias allí, para estar cerca del poder.

Si bien hacia el siglo XVI París tomó gran importancia y el poder político se trasladó hasta esta ciudad, los castillos de Loira permanecieron como el lugar preferido por los nobles franceses para disfrutar del verano y el tiempo libre.

La cultura del lujo y los placeres para una minoría noble se asentó en el reinado de Luis XIV y permaneció hasta el gobierno de Luis XVI, período en el que se desató, en 1789, la Revolución Francesa, donde muchos de los mejores castillos fueron derrumbados y destruidos junto con la nobleza.

Como si sus raíces no fueran suficiente motivo de curiosidad, varias de las construcciones que aún hoy pueden apreciarse participaron de la historia del siglo XX, ya que durante la Primera y Segunda Guerra Mundial fueron utilizados como reductos militares. Varias décadas después, capitalismo de por medio, algunos de los “châteaux” se han convertido en hoteles de lujo y posadas premium, mientras que otros permanecen como casas de familias, algunas de las cuales abren sus puertas al público para visitas.

Qué visitar

Muchos de los castillos que respiran historia y cultura medieval europea se pueden visitar y brindan una visión perfecta de la larga era monárquica francesa, que se basó en el florecimiento cultural, estético y arquitectónico.

Una de las tantas joyas históricas que se encuentran a orillas del Loira es el elegante Castillo de Saumur, estratégicamente ubicado en una curva del río, lo que le da una vista imponente. Reconstruido en el siglo XVI, el llamado “Castillo del Amor” posee entre sus paredes una gran colección de obras de arte decorativo y un museo ecuestre sobre la historia de los caballos.

Sin duda, la estrella más brillante del Valle es el Castillo de Chenonceau, construido sobre el río Cher en 1513. La asombrosa arquitectura renacentista se refleja en el agua del río y brinda un espectáculo poco usual, tanto de día como de noche. Chenonceau, además, es famoso en la historia francesa ya que, en distintas épocas, cinco mujeres de la nobleza se encargaron de su construcción y decoración. Diana de Poitiers y Catalina de Médicis fueron las más célebres. Está preparado para los turistas y visitantes, tanto que tiene un exclusivo restaurante en los vastos y ornados jardines.

Por su parte, el Castillo Real de Chambord es la obra arquitectónica más reconocible de la zona del Loira, ya que es la más grande y fastuosa del valle. Francisco I ordenó la construcción, que tardó 20 años, en un terreno de más de 30 kilómetros, para utilizarla como residencia de caza. Si de exageración se trata, este castillo la personifica en su máxima expresión: cuenta con 440 habitaciones, 6 torres y 84 escaleras, algunas de las cuales, se presume, fueron diseñadas por Leonardo Da Vinci.

La magia y los cuentos de hadas no podían quedar afuera de este recuento de residencias de ensueño. Dice la leyenda que Charles Perrault se inspiró en el Castillo de Ussé para escribir el clásico “La Bella Durmiente”. Los visitantes pueden recorrer el castillo ubicado a la vera del río Indre, afluente del Loira, y visitar las torres adornadas con figuras de la historia que inspiró. También se puede pasear por las caballerizas y la capilla.

Las grandes construcciones de ladrillos no constituyen todo el valor del Valle de Loira. Los jardines, diseñados y mantenidos como los originales, se llevan todas las miradas. El arte de crear jardines armónicos y de perfección divina se desarrolló hace varios siglos en este mismo lugar y la tradición se sigue manteniendo.

Algunos castillos cuentan con parques muy cuidados, con colores vivos y plantas cortadas al ras, mientras que otros tienen patios y bosques con arbustos y naturaleza salvaje.


Ver mapa más grande

Más información:
» Oficina de Turismo del Valle del Loira
» Sitio oficial del valle como Patrimonio Mundial de la UNESCO
» Oficina de Turismo de Tours
» Valle del Loira.com