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20 de mayo de 2016

Malawi, escenario de oportunidades

Como una pequeña joya enclavada en el continente africano, emerge Malawi, un lugar colmado de caminos que conducen a distintas aventuras.

Definir a Malawi como un diamante en bruto, es, sin lugar a dudas, una acertada analogía. Así es: pequeño y muy valioso, este país de África, se hace lugar entre dos de los grandes del continente, Tanzania y Mozambique -al norte y al sur respectivamente -. Apenas mencionadas como un potencial destino turístico, estas tierras son mucho más atractivas de lo que pueda imaginarse. 
Como característica intrínseca, hay que señalar que, en cualquiera de sus latitudes, se imprime en letras mayúsculas"África". De norte a sur, de este a oeste, Malawi no decepcionará a ningún turista ávido de conocer el afamado exotismo continental, pues cada lugar natural contiene una muestra representativa, tanto en su flora, como en su reconocida fauna. 
Si bien no es territorio costero, no por ello se priva de tener playas paradisíacas. Esto es así ya que entre su geografía se encuentra un gran ojo de agua que hace posible el disfrute de días de playa y sol. El lago Malawi es uno de los mayores atractivos tanto por sus suaves arenas, como por su rica variedad de especies animales que viven en su entorno y por los exóticos peces que habitan sus aguas. En este sentido, por ser un lugar poco visitado, cabe resaltar la inconmensurable tranquilidad que se respira en las playas aún vírgenes que rodean a este lago. Emprender una larga caminata, practicar algún deporte acuático como el kayakismo, o darse un reconfortante baño en las cálidas aguas, son algunas de las actividades que esta zona tiene para ofrecer a sus visitantes. Pero, al igual que cada diamante, Malawi es única y distinta según sean las coordenadas. De este modo, quienes deseen ver y experimentar un terreno rocoso, deberán dirigirse al norte, donde se encuentran, por ejemplo, las montañas Viphya. Por su parte, hacia el centro, lugar donde se halla la capital del país, Lilongwe, la meseta se abre paso en formas suaves, con ríos que la circulan y la vuelven interesante para las tomas panorámicas.
La esencia africana 
Como se ve, la diversidad del terreno convierte a Malawi en un destino versátil, en el que las preferencias individuales parecen ser atendidas de forma natural. Sin embargo, si hay algo que pueda considerarse como la auténtica esencia africana, es la posibilidad de realizar un safari y ser, por un momento, un observador privilegiado. Si el objetivo no es ni más ni menos que esto, pues un pasaje a Malawi es la opción indicada por varios motivos. El primero de ellos, concretar el sueño de “respirar” la magnificencia que la naturaleza supo colocar acá, avistando animales como elefantes, hipopótamos y leopardos. El segundo de los motivos, el económico. A diferencia de otras plazas más populares de África, este lugar permite adentrarse en un escenario salvaje, a precios más convenientes. La riqueza de aves, mamíferos de gran porte y felinos es, sin lugar a dudas, una experiencia para vivir de cerca, ya sea a pie, en 4x4 o navegando el lago Malawi. Un número importante de reservas naturales y parques nacionales se distribuyen por todo el territorio, asegurando la preservación y, por lo tanto, la posibilidad de no perderse estos espectáculos únicos. 
Por último, para quienes disfruten de la aventura, es ineludible un recorrido cultural. A lo largo y ancho del país, distintas tribus son representantes de largos siglos de historia. Si bien la comunidad Chewa es la más numerosa, otras muchas como la Tumbuka o la Maravi, continúan hoy día haciendo honor a sus creencias a través de rituales característicos que incluyen máscaras y danzas peculiares para el ojo foráneo. También el arte rupestre es un atractivo de gran valor cultural que puede visualizarse en la ciudad de Dedza. En otro sentido, una gran variedad de artesanías son la opción ideal para llevarse un recuerdo autóctono a casa. Hilados y objetos artesanales fabricados en cerámica son los más representativos de una cultura imponente, con sello propio. 
Malawi, un diamante del turismo internacional, escenario de múltiples aventuras que convergen para dar forma a una verdadera joya africana.