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27 de febrero de 2017

Parques temáticos: diversión para grandes y chicos (segunda parte)

Más opciones para disfrutar unas vacaciones divertidas y llenas de aventuras. Además, los mejores consejos para aprovechar al máximo las visitas a los grandes complejos.

Ciudades en miniatura

Pequeñas réplicas realizadas a escala, las ciudades en miniatura asombran siempre a los visitantes al ofrecer una perspectiva diferente de lugares conocidos. Sentirse como Gulliver en el país de los liliputienses es parte de la experiencia.

Una de las más famosas es Madurodam, en Holanda. Con más de 50 años de historia, sorprende por la dedicación y esmero con que ha sido reflejado el paisaje urbano, además de la sofisticación de su funcionamiento: los molinos giran, barcos turísticos navegan por los canales, trenes modernos recorren toda la ciudad sobre una red de ferrocarriles y aviones de tres metros de longitud se mueven en el aeropuerto gracias a una compleja red de campos magnéticos, baterías recargables y mini ordenadores.

Este parque en miniatura tiene una historia poco común: inaugurado en julio de 1952, fue creado como monumento de guerra y, al mismo tiempo, como fundación caritativa por la señora Boon-van der Starp y el matrimonio Maduro. Por un lado, Boon-van der Starp buscaba la forma de conseguir formas de financiamiento para ayudar a un sanatorio inglés dedicado a la lucha contra la tuberculosis. Por otro, los Maduro deseaban honrar a su único hijo George, que había luchado contra los nazis y –después de ser tomado prisionero– había fallecido en febrero de 1945 en el campo de concentración de Dachau. Inspirada en la experiencia de Bekonscot, la ciudad inglesa en miniatura, Boon-van der Starp ideó un proyecto similar y les pidió ayuda para concretarlo a los Maduro, quienes finalmente donaron los fondos para construir el parque en memoria de su hijo, en vez de levantar un monumento tradicional.

La totalidad de las maquetas, vías férreas y decorados de la ciudad es elaborada en los talleres de Madurodam. Cada modelo es el resultado de una intensa labor de planificación y diseño, que en algunos casos demanda años de trabajo. Como el parque se encuentra al aire libre, se realiza un mantenimiento periódico muy cuidadoso. La vegetación también está cuidada al extremo para imitar de la forma más genuina posible el paisaje holandés: la diminuta urbe presenta, en su gran mayoría, árboles y arbustos de hojas pequeñas, y la poda frecuente es la única manera de limitar a 60 centímetros la altura de árboles que, de ordinario, alcanzarían los 15 metros.

Con menos años de historia, pero también muy bonita, Mini Israel es otro parque en miniatura que vale la pena conocer. Con más de 350 réplicas a escala de sitios arqueológicos, religiosos, históricos y modernos, es la perfecta condensación de Tierra Santa en apenas 5 hectáreas.

Otros países también tienen sus propias mini-ciudades: France Miniature, Pueblo Chico (Islas Canarias, España) y Rügen Park (Alemania) son sólo algunos ejemplos. Puedes consultar en la Asociación Internacional de los Parques de Miniaturas un directorio completo, así como curiosidades de estos mundos diminutos.

Mundos de película

Ayuda a E.T. a volver a su casa y llévalo en tu propia bicicleta. Conviértete en Indiana Jones. Acompaña a Shrek y Fiona en una luna de miel en tres dimensiones. Estas y muchas otras opciones podrás disfrutarlas en los parques temáticos montados por las grandes compañías cinematográficas con juegos y atracciones inspirados en personajes de ficción de sus propias películas.

Universal Studios fue una de las pioneras y posee tres complejos: uno en Hollywood, otro en Orlando (el más grande de todos, que incluye dos parques y compite directamente con Walt Disney World) y uno más en Japón.

Warner Bros., por su parte, posee el suyo en Madrid, España.

En contacto con la naturaleza

Animales exóticos y fascinantes, paisajes increíbles, especies vegetales asombrosas... Todo esto y mucho más espera a quienes visiten parque temáticos inspirados en la vida silvestre.

Busch Gardens, en los Estados Unidos, es tal vez una de las propuestas más conocidas, con dos opciones distintas en cuanto a ubicación y estilo. Con casi 1.500 km2, el parque ubicado en Williamsburg, Virginia, tiene como leitmotiv al continente europeo. Pequeñas villas de Alemania, Inglaterra, Francia, Italia, Escocia e Irlanda –fielmente recreadas–, transportan a los visitantes a la Europa del viejo mundo. Con más de 40 atracciones, tampoco faltan shows en vivo. Busch Gardens Tampa Bay, en Florida, es –en cambio– un viaje hacia el mundo africano. Su popular montaña rusa “SheiKra” (que evoca la fuerza y velocidad del águila mientras gira y se sumerge) tiene más de 60 metros de altura y la caída más alta del mundo, además de ser la primera en su clase en incorporar un bucle Immelmann (una maniobra de giro), una segunda sumergida de 42 metros dentro de un túnel subterráneo y un final acuático. Safaris a través de la selva –en los que te encontrarás con elefantes, rinocerontes blancos, antílopes, hipopótamos, leones, hienas, cocodrilos, búfalos y jabalís, entre otras especies exóticas–, juegos mecánicos y espectáculos musicales completan el paseo.

También en el estado de Florida, Cypress Gardens es otro clásico que incluye jardines botánicos, juegos mecánicos, un show de water ski, conciertos y shows musicales, exhibiciones de animales y un parque acuático.

Y si lo que buscas es un zoológico innovador, no te pierdas Monkey Jungle, en el sur de Florida. Allí, los monos andan libres y... ¡quienes están enjaulados son los humanos! Más de 30 especies de primates, incluyendo orangutanes, viven en libertad en una reserva de 120 hectáreas. Los visitantes pueden atravesarla a través de un túnel-jaula.

Diversión acuática

Cascadas y toboganes de agua, lagos artificiales, shows de animales marinos como orcas y delfines, acuarios… los parques acuáticos te garantizan mucha diversión y, también, mucha humedad: ¡seguro vas a terminar mojado!

Los Sea World Adventures Parks –con sedes en las ciudades norteamericanas de Orlando, San Diego y San Antonio– son imperdibles en este rubro. Noah’s Ark Water Park, en Wisconsin, es también muy visitado.

En Europa, el italiano Aquafan es otra opción recomendadísima. En la Argentina, no puedes perderte Mundo Marino. Y en México, Aquasplash.

Consejos para aprovechar al máximo tus visitas

» Está de más decirlo… pero no olvides la cámara fotográfica. Si estás pensado visitar un parque acuático, tal vez sería bueno que consigas una a prueba de agua. Existen algunas descartables que se consiguen a precios accesibles.

» Lleva ropa y calzado cómodo. Ten en cuenta, además, los factores climáticos: si la visita dura todo el día, tal vez debas llevar abrigo para las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, con ropa más ligera para el mediodía. Si habrá mucho sol, prevé un gorro y protector solar.

» No cargues bolsos pesados ni demasiadas cosas: no podrás subir a algunos juegos y te molestarán durante los paseos.

» Si puedes manejar tu agenda, conviene programarse para no ir los fines de semana, ya que suelen llenarse de gente y se formarán colas larguísimas en las principales atracciones.

» Al llegar, solicitar siempre la agenda de actividades diarias para poder programar el recorrido en base a los shows o eventos que no te quieras perder. Como muchos parques son muy grandes, si te encuentras lejos a la hora del show no podrás llegar a tiempo.

» Sobre todo en los Estados Unidos, busca cupones de descuento en revistas, periódicos, oficinas de turismo y folletos. Podrás hacer importantes ahorros.

» Averigua los días y horarios de funcionamiento y trata de llegar ni bien abren las puertas para aprovechar al máximo el tiempo.

» Visita las páginas web de los parques antes de llegar para buscar información que pueda ayudarte a planear tu viaje. (Cuidado: no te entusiasmes demasiado y quieras saberlo “todo”, ya que perderás la sorpresa de la visita.)

» Evalúa bien la cantidad de tiempo que te llevará recorrer el parque. Siempre es bueno calcular un poco de más para no quedarse con las ganas. En los más grandes, que requieren más de una jornada completa, es conveniente adquirir los pases para varios días, que son más económicos que los diarios.

» Ten en cuenta que en los complejos de Disney existe un “fast pass” que, si bien es más caro, te permite evitar las largas colas en las atracciones.

» Hay que tener mucho cuidado con los niños pequeños y estar siempre con ellos, sin perderlos de vista.

» Evita almorzar a la hora en que lo hace todo el mundo. Adelanta u atrasa un poco el horario para encontrar más despejados los restaurantes.

» Para familias numerosas o grupos muy grandes, una buena idea es conseguirse walkie takies: permitirán separarse para que cada uno pueda seguir sus propios intereses y, al mismo tiempo, reunirse fácilmente y combinar horarios.

» No te tientes con los hermosos souvenirs. Fuera de los parques casi siempre podrás encontrar los mismos productos a menor precio.

» Si bien los hoteles temáticos que forman parte de los complejos (como los de Disney) suelen ser un poco más caros que la media, esto no siempre es así y a veces se encuentran excelentes ofertas, sobre todo en temporada baja. Además, permiten ahorrar tiempo por la cercanía y también son una experiencia en sí mismos.