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29 de diciembre de 2014

Zonas de riesgo de ébola y cómo prevenir la enfermedad

Dónde y cómo se contagia, síntomas, prevención, diagnóstico y tratamiento de una de las enfermedades más temidas por los viajeros que se dirigen al continente africano.

Por Guadalupe Araoz
El ébola es una enfermedad mortal causada por la infección con un virus de la familia Filoviridae que afecta tanto a los seres humanos como a los primates, ya sean monos, gorilas o chimpancés. Existen cinco cepas identificadas del virus, cuatro de los cuales se sabe que causan la enfermedad en humanos: virus del ébola, virus de Sudán, virus del bosque Taï, virus de Bundibugyo y, por último, el virus Reston que solamente afecta a los primates.
El virus del ébola fue descubierto por primera vez en 1976, cerca del río Ébola en lo que hoy es la República Democrática del Congo. Desde entonces, los brotes han aparecido esporádicamente en África. Los investigadores creen que la primer persona que contrajo ébola se contagió a través de un murciélago aunque no saben con certeza cuál es la fuente del virus.
Países africanos con riesgo de ébola
La epidemia de 2014 es la más grande en la historia y está afectando a varios países de África occidental. Adicionalmente, un caso confirmado fue reportado en España y tres casos importados fueron reportados en Estados Unidos.
Se recomienda evitar todos los viajes no esenciales a Guinea, Liberia y Sierra Leona. Aquellas personas que viajen a Malí o a la República Democrática del Congo también deben tener extremas precauciones y evitar el contacto con la sangre y los fluidos corporales de otras personas, sobre todo si se encuentran enfermas y no han sido diagnosticadas. El mapa de África occidental, colocado como imagen de portada, ilustra las áreas más afectadas según la cantidad de casos registrados en cada una. El mismo pertenece a la página web de CDC.
Los países africanos que fueron afectados a lo largo de la historia de la enfermedad son:
·         República Democrática del Congo (RDC)
·         Gabón
·         Sudán del Sur
·         Costa de Marfil
·         Uganda
·         República del Congo
·         África del Sur (sólo casos importados)
Cómo se transmite el ébola
El ébola se transmite a través de la piel lesionada o las membranas mucosas de los ojos, la nariz o la boca al estar en contacto con:
·         La sangre o los fluidos corporales de una persona enferma de ébola incluyendo la orina, la saliva, el sudor, las heces, el vómito, la leche materna y el semen
·         Objetos contaminados con el virus, como agujas y jeringas
·         La sangre o fluidos de los murciélagos de la fruta o primates infectados
·         La carne de caza contaminada.
No se transmite a través de:
·         Aire
·         Agua
·         Alimentos que no sean sangre humana o la carne de primates o murciélagos
·         Mosquitos u otros insectos.
En caso de ser infectado, una vez la persona se recupere de la enfermedad no podrá contagiarla a la comunidad. El virus de ébola se detectó en el semen pero no se sabe si se puede transmitir a través del acto sexual. Como medida de precaución, se recomienda a los hombres que se han recuperado que se abstengan de tener relaciones sexuales (incluyendo sexo oral) durante tres meses.
Durante los brotes de ébola, la enfermedad puede propagarse rápidamente en clínicas u hospitales. La mayor parte de las personas que se infectan con el virus viven o cuidan a personas que ya han contraído la enfermedad. Por ello, el ébola presenta un riesgo bajo de contagio para la mayor parte de los viajeros que evitan los enfermos y las instalaciones sanitarias en África occidental.
Síntomas del ébola
Los siguientes síntomas pueden aparecer entre 2 y 21 días después de haber sido expuesto a la enfermedad. La mayor parte de los pacientes tratados hasta el momento mostraron síntomas entre el octavo y el décimo día posterior al contagio.
·         Fiebre
·         Dolor de cabeza intenso
·         Dolor muscular
·         Debilidad y fatiga
·         Diarrea
·         Vómitos
·         Dolor abdominal
·         Hemorragia inexplicable (sangrado o moretones)
Prevención: cómo protegerse y proteger contra el ébola
No existe una vacuna aprobada por la FDA pero sí diversas recomendaciones para prevenir la enfermedad, reduciendo la probabilidad de contagio. A todos aquellos que se encuentren por viajar a un área afectada por un brote de ébola se les recomienda:
·         Cuidar la higiene personal a través del lavado de las manos con agua y jabón o con un desinfectante a base de alcohol.
·         Evitar el contacto con la sangre y los fluidos corporales ajenos, especialmente con personas enfermas.
·         No manipular objetos que puedan haber estado en contacto con sangre o fluidos corporales de una persona infectada como ropa, agujas y equipos médicos.
·         Evitar funerarias o entierros rituales en los que esté presente el cuerpo de alguien que ha muerto a causa de ébola.
·         Evitar el contacto con murciélagos y primates, su sangre, sus fluidos y la carne cruda que provenga de ellos.
·         Evitar instalaciones donde pacientes de ébola están siendo tratados. Las embajadas suelen poder proporcionar asesoramiento sobre dichas instalaciones.
·         Buscar atención médica de inmediato si desarrolla fiebre, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, diarrea, vómitos, dolor de estómago, moretones o hemorragias. En este caso se debe limitar el contacto con otras personas ni trasladarse a un sitio que no sea un centro de salud.
·         Al regresar al país de origen se debe controlar la salud durante 21 días y buscar atención médica de forma inmediata en caso de desarrollar síntomas de ébola.
Diagnóstico y tratamiento
Es difícil de llevar a cabo el diagnóstico de ébola en una persona infectada durante los primeros días debido a que los síntomas iniciales a menudo se observan en pacientes con enfermedades más comunes en la zona, como la malaria.
Sin embargo, una persona con dichos síntomas y que estuvo presente en zonas de ébola debe ser aislada. Las pruebas de laboratorio pueden detectar el virus a través de la sangre sólo después de la aparición de los síntomas. El virus puede tardar hasta tres días desde el comienzo de los síntomas para llegar a niveles detectables.
Si bien existen vacunas y tratamientos experimentales, aún están en desarrollo y ninguno fue aprobado por la FDA. La recuperación depende de la atención médica y la respuesta inmune del paciente. Las personas que se recuperan de la infección del ébola desarrollan anticuerpos que duran por lo menos 10 años aunque no se sabe si son inmunes de por vida o si pueden ser infectadas por una cepa diferente del virus. Además, algunas personas que se han recuperado de la enfermedad desarrollaron complicaciones a largo plazo, como problemas en las articulaciones y la vista.
Las siguientes intervenciones básicas pueden mejorar significativamente las posibilidades de supervivencia si se aplican desde el comienzo de los síntomas:
·         Ofrecer líquidos por vía intravenosa y electrolitos
·         Mantener el estado de oxígeno y la presión arterial
·         Tratar adecuadamente otras infecciones que se produzcan de forma paralela.